El absentismo laboral le costó a la Seguridad Social 5.132 millones de euros en 2015

El coste a las empresas fue de 3.857 millones, según un informe de Adecco

El coste directo de la Incapacidad Temporal para las empresas fue de 3.857 millones

El absentismo laboral es una práctica que durante 2015 ha supuesto unos costes directos de 5.132 millones de euros a la Seguridad Social por prestaciones económicas y de 3.857 millones de euros a las empresas por el abono de la prestación económica en los primeros días de baja, según el Informe Adecco sobre Absentismo, que se ha presentado hoy en Madrid.

La tasa de absentismo aumenta entre los años 2000 y 2007, de 3,7% a 4,9%, para estabilizarse y reducirse ligeramente entre 2008 y 2011, en torno a 4,7%, produciéndose una bajada más profunda en 2012 y 2013, a 4,3% y 4,1%. En 2014 se produjo un leve repunte, por primera vez en seis años, que se agudizó durante el 2015 hasta llegar al 4,7%.

El año 2014, por tanto, marcó el final de una tendencia de reducción del absentismo que había durado 6 años, desde 2008 hasta 2013, y en el 2015 hemos comprobado que esa reducción del absentismo sigue siendo una realidad.

La jornada de trabajo efectiva por trabajador y año, por su parte, y como consecuencia fundamentalmente de la reducción de las horas pactadas, experimenta una trayectoria decreciente; reduciéndose un 8% entre 2000 y 2014; con una bajada excepcionalmente relevante del 2% en 2009. En 2014 la jornada de trabajo efectiva por trabajador fue de 1.550 horas anuales, frente a
1.684 horas en 2000.

En 2015, son las autonomías de Baleares, Madrid, Galicia, Canarias, Cantabria y Murcia las que presentan más horas efectivas trabajadas, de mayor a menor en este mismo orden, todas por encima de la media de España. Cataluña se encuentra en la media y el resto de CC.AA. se sitúan por debajo de la media nacional.

Sectores

Por sectores de actividad, se observa el mismo patrón en los tres: la Tasa de Absentismo repunta en 2014 y 2015, después de haber bajado de forma continúa entre 2007 y 2013. Si nos centramos en los sectores que componen nuestra economía, la tasa de absentismo en 2015 es del 4,9% en Servicios (4,2% en 2013 y máximo 5,1% en 2007), el 4,6% en Industria (4,1% en 2013 y máximo 5,5% en 2007) y el 3,2% en Construcción (3,0% en 2013 y máximo 3,7% en 2008), es decir, una fuerte subida en Servicios e Industria, y una subida muy moderada en la Construcción. En todo el período analizado (2000-2015) destaca el sector Construcción con una tasa de Absentismo bastante menor que en el resto de sectores.

La tasa de absentismo por Incapacidad Temporal se reduce notablemente entre 2007 y 2013, especialmente en el sector Industria, llegando a situarse en 2013 en niveles incluso inferiores a los del año 2000, tanto en Industria como en Construcción, y en el mismo nivel en Servicios. En 2015 repunta levemente en los tres sectores.

El tamaño de la empresa (según número de empleados) y el sector de actividad no alteran estos resultados en sus conclusiones principales, lo que refleja que la economía española tiene un déficit estructural en flexibilidad laboral que incide directamente en el comportamiento de los trabajadores.

El 91% de las empresas controlan las ausencias por licencias y permisos exigiendo la presentación de justificantes médicos o de otro tipo, y tan solo el 2% de ellas dispone de paquetes de horas anuales o sistemas de flexibilidad horaria que facilitan la conciliación de la vida laboral y personal. Este resultado muestra la necesidad de racionalizar los horarios laborales y mejorar los sistemas y prácticas de flexibilidad horaria y de calendario laboral que faciliten la conciliación de vida laboral y personal.

Presentismo

Entendemos por presentismo, el estar presente en el puesto de trabajo dedicando ese tiempo a asuntos no relacionados con el objeto del trabajo. El 53% de las empresas encuestadas indican que existe alguna práctica de presentismo, pero éste es realizado mayoritariamente tan sólo por pocos o algunos empleados. El 57% de las empresas dice tener menos del 10% de su plantilla con prácticas de presentismo, y tan sólo el 13% de las empresas dice tener más del 75% de su plantilla con prácticas de presentismo.

El presentismo se redujo entre 2008 y 2011, mientras que aumentó entre 2012 y 2015, provocando una polarización de las condiciones laborales en dos perfiles: empleados que se sienten más seguros en su puesto de trabajo y predispuestos a estas prácticas y empleados que sienten la amenaza de perder el trabajo y reducen el presentismo, así como aquellos otros que han sido contratados bajo modalidades de contratos temporales o a tiempo parcial.

El 88% de las empresas aplican métodos de control de los horarios de sus empleados, y solamente el 34% de las empresas ofrecen flexibilidad horaria a más del 25% de la plantilla. Esta falta de flexibilidad es más acusada en las PYMES que en las Grandes Empresas.

Para una muestra de casi seis millones de trabajadores por cuenta ajena, en 2015 se han registrado 810.329 procesos con baja, de los que 671.917 (83%) corresponden a contingencias comunes y 138.412 (17%) a contingencias profesionales. Es decir, las continencias comunes son casi cinco veces superiores a las contingencias profesionales.

Género

El reconocimiento del género debe abordarse tanto por las diferencias fisiológicas y la protección de la maternidad, como por los aspectos sociolaborales que subyacen en el empleo, que determinan una mayor morbilidad en las trabajadoras. En los distintos indicadores (índice de procesos, índice de días de baja, duración media) los valores son superiores en mujeres que en hombres.

En 2015 se produjeron en España 3.934.380 procesos de Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes, un 10,23% más que en 2014, cuando la población protegida sólo había crecido un 3,44%, hasta los 15.647.690 trabajadores. En ese mismo ejercicio, el gasto en prestaciones económicas por ITCC, a cargo de las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social y de las Entidades Gestoras de la Seguridad Social, ascendió a 5.135,22 euros, lo que supone un crecimiento del 8,16% respecto a 2014.

El coste directo para las empresas fue de 3.857,25 millones euros y el coste de oportunidad en términos de la producción de bienes y servicios que se dejaron de producir ascendió a 52.387,15 millones de euros. Es decir, el coste total del absentismo por ITCC en 2015 se elevó a más de 61.300 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,11% respecto al ejercicio 2014.

En 2015, el coste por trabajador afiliado por las prestaciones económicas por ITCC, previstas en la Ley General de la Seguridad Social, se ha incrementado en un 4,56% de media, aun cuando las retribuciones medias en España se han visto contenidas.

 

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