La Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, encabezada por su presidente, Patxi López, ha recibido este jueves, Día Mundial del Riñón, a una representación de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), de la Federación Nacional de Pacientes del Riñón (ALCER), de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), y de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), al frente de la cual estaban sus respectivos presidentes, María Dolores del Pino, Jesús Molinuevo, Rafael Matesanz y Alicia Gómez. Estos han presentado y pedido apoyo a los parlamentarios para la iniciativa “Código Riñón”, que pretende alertar a la población de la epidemia creciente de las enfermedades renales y de su fuerte impacto sobre la salud y la calidad de vida de quienes las padecen.
En la última década, en España, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) ha crecido un 20%, asociada al envejecimiento de la población y a hábitos de vida poco saludables que inciden sobre algunos de los factores de riesgo principales de la ERC como la enfermedad cardiovascular o la diabetes. Asimismo, cada año unas 6.400 personas con insuficiencia renal avanzan en el deterioro causado por su enfermedad hasta necesitar diálisis o trasplante renal. Sin embargo, la población no es consciente de ello, y las enfermedades renales, y sus factores de riesgo, son en general muy poco conocidos. Así, por ejemplo, todo el mundo conoce que el sobrepeso y la obesidad (sobre la que pone el foco este año el Día Mundial del Riñón) son factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión. Sin embargo, pocos conocen que las personas que padecen obesidad tienen un 83% más de posibilidades de padecer Enfermedad Renal Crónica (ERC). De hecho, se estima que el 13,8% de la ERC en hombres y el 24,9% de la ERC en mujeres de países industrializados pueden estar asociados con sobrepeso u obesidad.
Mortalidad en el 8%
Profesionales y pacientes también han explicado a los miembros de la Comisión de Sanidad que tampoco hay una clara percepción pública del elevado impacto en salud y calidad de vida que tienen estas patologías. Así, es poco conocido que la mortalidad de estas enfermedades se sitúa en el 8% y que una persona que requiere diálisis pasa conectada a una máquina más de doce horas semanales, doce horas que no puede dedicar a la familia o los amigos, a su trabajo o a sus hobbies.
Por todo ello, los representantes tanto de la SEN, como de ALCER, ONT y SEDEN han pedido a las fuerzas políticas representadas en la Comisión de Sanidad un mayor compromiso y esfuerzo por parte de las administraciones y partidos en la sensibilización social sobre los factores de riesgo y las complicaciones derivadas de las patologías renales.
“Esta sensibilización social es también importante para la propia sostenibilidad del sistema público sanitario, pues el tratamiento de la enfermedad renal crónica representa ya alrededor del 3% del gasto sanitario anual, y lo previsible es que este coste vaya en aumento, porque las patologías renales se asocian al envejecimiento de la población y la población española está cada vez más envejecida. Sólo el Tratamiento Renal Sustitutivo (diálisis o trasplante) consume entre el 2,5 y el 3% del presupuesto nacional en salud de nuestro país, y más del 4% del presupuesto en atención especializada El coste medio por paciente del Tratamiento Renal Sustitutivo es 6 veces superior al del tratamiento VIH y 24 veces superior al la EPOC y el asma”, ha explicado la presidenta de la S.E.N., María Dolores del Pino.
Trasplantes
Nuestro país ha conseguido mantener a raya la lista de espera para trasplante renal. Cada año se trasplantan más de las dos terceras partes de los enfermos que esperan un injerto de este tipo. De las 4.303 personas en lista de espera renal registradas durante el pasado año, un total de 2.997 pacientes recibieron un trasplante. Gracias a esta importante actividad, España en el único país del mundo donde existen más personas con un riñón trasplantado que en diálisis. A fecha 1 de enero de 2017, el número de pacientes con un trasplante renal (32.400) superaba en casi un 20% al de personas dializadas (27.727).
Por edades, son los pacientes más jóvenes quiénes han recibido un trasplante en mayor medida: 2 de cada 3 enfermos renales menores de 65 años está trasplantado. Entre los 65 años y los 74 años, esta situación se equilibra con el 50% de pacientes trasplantados y el otro 50% en diálisis. En cambio, a partir de los 75 años, la proporción de personas trasplantadas se sitúa en un 20%.
Escribe una respuesta