Más de 260.000 personas participaron en 2016 en los proyectos de Madre Coraje

Envió 450.000 kilos de ayuda humanitaria y emprendió 17 proyectos de cooperación

Madre Coraje envió en 2016 más de 450.000 kilos de ayuda humanitaria a zonas empobrecidas de Perú

La Asociación Madre Coraje ha presentado su memoria de actividades correspondiente al ejercicio 2016 a nivel nacional en la II Cena Solidaria que ha celebrado en el Real Club Náutico de Cádiz, en donde Jaime Rocha, presidente en funciones de Madre Coraje, ha dado a conocer los datos del trabajo realizado en 2016 con el apoyo de más de 1.400 voluntarios y que recoge un balance de más de 260.000 personas participantes en los distinto proyectos de la asociación.

Esta cena, amenizada por la Asociación de Danzas Folclóricas Ciudad de Cádiz, ha reunido a 200 voluntarios, socios, amigos y colaboradores de Madre Coraje. “A lo largo de 2016, Madre Coraje puso en marcha proyectos de Educación, Cooperación y Ayuda Humanitaria en los que participaron más de 260.000 personas de España, Perú y Mozambique”, ha explicado Rocha. Todas estas acciones persiguen mejorar la vida de comunidades empobrecidas dentro y fuera de nuestras fronteras, además de educar en solidaridad, responsabilidad, igualdad y justicia para construir una ciudadanía activa y concienciada.

Madre Coraje cerró 2016 con más de 1.400 voluntarios, 56 de los cuales son personas con discapacidad. Además, cinco voluntarios viajaron a Perú y Mozambique visitando a los participantes en muchos de los proyectos que Madre Coraje tiene en marcha en ambos países.

450.000 kilos de ayuda humanitaria

La asociación envió en 2016 más de 450.000 kilos de ayuda humanitaria a comunidades empobrecidas de Perú, abasteció de jabón, mantas y otros enseres las necesidades de más de 1.000 personas tras sufrir un incendio que arrasó viviendas, talleres y locales en una zona muy desfavorecida de Perú. Además, apoyó la realización de campañas médicas, formación a promotores de salud y talleres para familias sobre buenos hábitos de salud e higiene. Llevó a cabo un proyecto sanitario con medicamentos que benefició a 29.000 personas enfermas en exclusión y cuatro proyectos de prevención para combatir el frío, desastres naturales y desnutrición en los que participaron 8.400 personas.

 Por otro lado, la asociación puso en marcha 17 proyectos de desarrollo en Perú y Mozambique fomentando el Desarrollo Rural, la Educación, la Igualdad, el Saneamiento, la seguridad alimentaria y la gobernabilidad y ciudadanía. En estos proyectos participaron más de 117.000 personas.

Cena solidaria de Madre Corjae en el Real Club Náutico de Cádiz
Cena solidaria de Madre Corjae en el Real Club Náutico de Cádiz

Algunos de los logros alcanzados con estos 17 proyectos son que casi 1.500 familias en Perú hayan aumentado sus cosechas y disminuido la desnutrición de los niños menores de 5 años, que se hayan construido plantas de transformación para las cadenas de alpacas y cuyes, que más de 400 peruanas adultas estén en proceso de alfabetización y que se haya construido en Mozambique una represa para mejorar el acceso al agua de 4.000 personas y reactivado el uso de 20 fuentes de agua potable. Además, se ha puesto en marcha un vivero comunitario, mejorado puesto de salud y maternidad y construido 16 aulas con 10 letrinas para 1.300 escolares.

Educación

El Área de Educación de Madre Coraje, que trabaja en España, involucró en 2016 en sus proyectos y acciones a más de 8.500 personas con un programa y ciclos formativos dirigidos a profesorado, con cursos en la Universidad para futuros profesionales de la Educación y la Comunicación y, entre otros, con un proyecto muy novedoso que persigue el ‘Buen Vivir’ como modelo de desarrollo. “Esta filosofía andina podría ser la clave para muchos de los problemas de nuestro mundo”, ha explicado Rocha.

Además, en 2016, Madre Coraje recicló más de 5 millones de kilos de residuos, entregó a entidades sociales en España 19.600 kilos de productos de los Huertos Solidarios y logró contar en toda España con 25 tiendas solidarias donde adquirir artículos por un precio simbólico de forma digna y no caritativa.

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