Los profesionales dedicados a ejercer los usos tradicionales en el entorno de Doñana – apicultores, coquineros, ganaderos, carboneros, piñeros, etc.-, han delegado su representación en el Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana en la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, cuyo presidente, Juan Adolfo Arangüete, representará sus intereses en las reuniones del ente público en el que estos usos cuentan solamente con un asiento.
Así, en palabras del presidente de la Asociación Nacional, “nuestra organización pondrá todo su empeño para que los titulares de los aprovechamientos tradicionales del Espacio Natural vean defendidos sus derechos sea cual sea su actividad, porque entendemos que los usos que desde tiempos ancestrales se han venido desarrollando en este entorno son esenciales para su conservación y también para la promoción y el sostenimiento de muchas familias de la comarca”.
“Sin duda, nos parece de todo punto injusto que actividades de reconocido valor medioambiental, cultural y económico como las que pasamos a representar a través de nuestra asociación cuenten con un solo escaño en el Consejo de Participación de Doñana”, lamenta Arangüete, “máxime cuando se ha demostrado a lo largo de la historia que son precisamente estos aprovechamientos los que han contribuido y moldeado el medio natural de Doñana tal y como lo conocemos, y que su mantenimiento supone una garantía para la propia conservación de sus ecosistemas”.
Como ejemplo, desde la asociación se señala el valor de limpieza del monte que supone el pastoreo del ganado, la recogida de leña o piña –un combustible muy peligroso en caso de incendio, como ya se pudo comprobar en el siniestro que afectó al entorno de Doñana el pasado verano-, o la apicultura, que además de generar un producto de excelencia, salvaguarda la pervivencia de las abejas, especie víctima de una especial amenaza. En este sentido, también cabe destacar la labor que la propia asociación y sus ganaderos están realizando para evitar la extinción de dos especies autóctonas del parque: la vaca y el caballo marismeño, que ya habrían desaparecido de no ser por el empeño de vaqueros y yegüerizos integrados en la Asociación Nacional.
Por ello, desde la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, se defenderán activamente los derechos de los profesionales que dedican su actividad al aprovechamiento ordenado de los recursos naturales de Doñana y se procurará que a pesar de su escasa representación en el consejo, su voz sea escuchada y sus opiniones tenidas en cuenta con el único interés de procurar la continuidad de estos usos y del entorno en el que se desarrollan.
Su presidente, Juan Adolfo Arangüete, defenderá los intereses de coquineros, ganaderos, carboneros, apicultores y otros profesionales en el único escaño reservado para las actividades ancestrales y propias de este entorno
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