Endesa promueve un sistema pionero de protección del aguilucho cenizo en Andalucía

Es un vallado hexagonal de una estructura metálica cuya finalidad es disuadir a los posibles depredadores

En la imagen el pionero sistema de vallado promovido por Endesa y de los que Medio Ambiente colocará 4 en Huelva

Endesa, en su compromiso con el desarrollo sostenible y el respeto al medioambiente, ha promovido un pionero sistema de protección de los nidos del Aguilucho Cenizo en Andalucía, una especie considerada vulnerable según El Libro Rojo de las Aves y El catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

Al anidar en el suelo, esta especie necesita especial protección ante la depredación de otros animales, por este motivo Endesa ha desarrollado junto a Birding Natura y gracias a la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente un sistema de vallado movible que ya ha logrado buenos resultados en Andalucía con el nacimiento de 23 pollos en los 22 nidos que se han protegido en varias provincias andaluzas (2 en Cádiz, 4 en Huelva, 5 en Jaén, 3 en Málaga y 8 en Sevilla).

Las principales amenazas que acechan a esta especie radican en el hábitat del propio animal. Por un lado, la depredación por parte de perros asilvestrados, gatos, serpientes, etc. o incluso otros tipos de aves; y, en segundo lugar, el solapamiento de la recolección del cereal con el período reproductor. Según los estudios que ha llevado a cabo Endesa para establecer una estrategia de protección de este animal, los sucesivos años de sequía han provocado un cambio en la tendencia de nidificación de los aguiluchos, que habitualmente se asentaba en cultivos de secano durante la época reproductiva. Sin embargo, cada vez más aguiluchos nidifican en cultivos de regadío, debido a la expansión de este tipo de cultivos y a que, a causa de varios años de sequía, algunos de sus tradicionales asentamientos en secano han dejado de reunir las condiciones necesarias para la nidificación. A esto se une el cambio a variedades de ciclo más corto en campos de secano y la siega mecanizada.

Todos estos cambios dificultan severamente la conservación de esta especie, debido a la dinámica de siega de los cultivos de regadío, mucho más rápida que los de secano. Debido a esta tendencia, los pollos de aguilucho aún son pequeños cuando se realiza la siega, dando lugar a la destrucción de los nidos y las crías antes de que estas puedan volar.

El proyecto de protección del Aguilucho Cenizo desarrollado por Endesa consiste en la instalación de medidas anti-depredación y un seguimiento de los nidos y los pollos. El objetivo de estas medidas es la disminución de la tasa de fracaso de nidos de aguilucho cenizo, y el análisis de la eficiencia de estas medidas en distintos hábitats, mediante la obtención e interpretación de datos de seguimiento.

Para la consecución de dichos objetivos, Endesa ha implementado una serie de medidas anti-depredación, que serían extrapolables a otras especies del género Circus como aguilucho pálido y aguilucho lagunero.

La principal medida consiste en un vallado hexagonal de estructura metálica, con una altura de 1,20m y un área protegida de 3,14m2, cuya finalidad es disuadir a los posibles depredadores, a la vez que permite un espacio idóneo para que los progenitores puedan atender el nido y las crías puedan iniciar los vuelos sin problemas. Este vallado está pensado para resistir ataques de zorros, jabalíes, gatos, perros asilvestrados y serpientes. Su diseño permite su rápida instalación en el emplazamiento del nido, ya que está montado previamente y solo es necesario desplegarlo y clavarlo en el suelo. El tiempo instalación ronda los 10 minutos, suficiente para no estresar a los aguiluchos adultos ni a sus respectivas crías. La retirada del vallado se efectúa 15 días después de que las crías empiezan a volar. Una ventaja adicional de este dispositivo es que puede reutilizarse en sucesivas campañas. Por esta razón, Endesa ha cedido los vallados empleados en Andalucía a la Consejería de Medio Ambiente. De esta manera, el proyecto continuará favoreciendo la conservación de las especies protegidas en nuestro territorio durante los próximos años.

Como medida complementaria, se emplea repelente para alejar a potenciales depredadores. Por último, para favorecer a las medidas anteriores, se ha acordado con los agricultores mantener una zona de área sin segar de entre 20 y 400 m2 alrededor de los nidos con el fin de proteger a esta especie considerada vulnerable.

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