La provincia de Huelva es la mejor de toda Andalucía en índice de hidratación, según se desprende de un informe sobre el comportamiento de la población andaluza ante el cuidado de su hidratación, elaborado por Super Premium Diet, servicio de asesoramiento nutricional en las farmacias españolas, perteneciente al Grupo NC Salud.
Dicho informe se ha realizado con motivo del Día Nacional de la Nutrición, que se celebra cada 28 de mayo, este año, bajo el lema “Hidratación también es salud”. La principal conclusión del estudio refleja que Huelva es la provincia andaluza que cuenta con los mejores resultados en índice de hidratación, y se cuela, además, en el top 10 nacional en mejores resultados de salud hídrica, junto a Córdoba, ocupando la séptima y octava posición, respectivamente. En el lado opuesto del ranking andaluz se encuentra Cádiz, donde los mayores descuidos se producen entre los ciudadanos mayores de 55 años.
Por edades, tanto las mujeres como los hombres andaluces con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, son quienes obtienen mejores resultados en su balance hídrico. Por el contrario, el sector de población que supera los 55 años es el que aporta los peores datos del estudio.
3.000 farmacias
El estudio ha contado con más de 3.000 farmacias como puntos de recogida de información, con una muestra compuesta por más de 42.000 personas de todos los puntos del territorio nacional. Para el establecimiento del índice de hidratación, Super Premium Diet ha empleado los criterios de género (los hombres cuentan con niveles de hidratación más altos que las mujeres) y edad (a más años, menor es el nivel de agua en el organismo), analizando la composición hídrica corporal de los sujetos de estudio, valorando el equilibrio entre el agua intracelular y extra celular, así como el nivel de agua total del organismo.
“Normalmente, no damos a la hidratación la importancia que realmente tiene y nos cuesta ingerir la cantidad diaria de líquidos recomendada», ha explicado Marta Gámez, directora técnica del Grupo NC Salud. «Al margen de que ciertas enfermedades o medicamentos puedan alterar nuestros líquidos corporales, en la mayoría de la situaciones podemos reequilibrar nuestra hidratación con una ingesta de agua suficiente (2L mujeres, 2.5L hombres) y un adecuado consumo de sodio y potasio«, ha añadido. Pero no solo es importante tener líquidos suficientes en nuestro organismo, sino que además, aclara Gámez, «deben estar adecuadamente repartidos en los distintos compartimentos corporales: el sodio y el potasio influyen de forma significativa en dicho reparto hídrico, de modo que lo ideal es consumir poco sodio y bastante potasio». El sodio, explica la directora técnica del Grupo NC Salud, «nos hace retener líquidos en forma de edema visible en tobillos, piernas y manos, mientras que el potasio, nos ayuda regular la hidratación y eliminar el exceso». El sodio se encuentra en la sal, alimentos curados con sal, embutidos, quesos, snacks y platos precocinados. El potasio, es abundante en verduras y frutas frescas.
Atención especial
Si bien se recomienda que la ingesta de líquidos se reparta de forma equitativa a lo largo de todo el día, hay tres situaciones concretas en las que hay que prestar una atención especial a la hidratación. Es importante beber la cantidad de agua adecuada cuando hacemos un esfuerzo mental, como estudiar o trabajar, ya que el cerebro recibe un 20% del total del flujo sanguíneo, y si nuestro cuerpo está deshidratado, el volumen de sangre, incluida la que alcanza el cerebro, se verá reducida. Además, existen evidencias científicas que corroboran que proporcionar a nuestro organismo la cantidad adecuada de líquidos reducirá la gravedad del dolor de cabeza, del cansancio y de la pérdida de concentración.
La deshidratación que se produce durante la realización de ejercicio físico debe prevenirse ingiriendo la suficiente cantidad de bebidas, antes, durante y después del esfuerzo. El rendimiento físico tiende a disminuir cuando la falta de líquidos supera un 1-3% del peso corporal. Por ello, es conveniente realizar el ejercicio a primera hora de la mañana o última de la tarde, para evitar un aumento excesivo de la temperatura corporal causado por una reducción de la sudoración y del flujo sanguíneo, inducido por la deshidratación.
La tercera situación en la que hay que prestar especial atención a la hidratación, es cuando conducimos, pues al encontrarnos en un espacio cerrado donde suele elevarse la temperatura, podemos experimentar un exceso de sudoración que implicará grandes pérdidas de agua y sales minerales, incluso con aire acondicionado si se trata de trayectos largos. Así, las bebidas sin alcohol durante el viaje nos ayudarán a reducir la fatiga en carretera.
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