Feragua denuncia un rápido avance de las especies invasoras en Andalucía

Regantes piden a la Administración que se centren en prevenir su propagación

El mejillón cebra es una de las especies que más daño está causando

La irrupción del mejillón cebra arrancó en Andalucía en el año 2009. “Desde entonces el avance de las especies invasoras en nuestra Comunidad ha sido muy rápido y la actuación de las administraciones, muy lenta”, ha denunciado hoy el secretario general de Feragua, Pedro Parias, después de la reunión que ha mantenido el grupo de trabajo que tiene constituido esta asociación de regantes para poner en común información sobre la evolución de las especies invasoras en Andalucía. En esta reunión, en la que se han compartido las imágenes que adjuntamos a este comunicado, bien elocuentes del nivel de propagación en algunos embalses e infraestructuras de las cuencas andaluzas, los técnicos y representantes del regadío participantes han acordado lanzar un aviso a las administraciones para que aceleren las medidas de prevención contra la propagación de estas especies.

Unas medidas que hasta ahora se han demostrado completamente insuficientes, a tenor de la propagación que están teniendo estas especies invasoras en las cuencas andaluzas, mucho más rápida incluso que la que ha tenido en la Cuenca del Ebro, según los primeros estudios que han podido realizarse. En el caso concreto del mejillón cebra, fue en Granada, en el embalse de Bermejales, donde primero se detectó en 2009. Desde entonces ha pasado al embalse de Iznájar, en Córdoba, en 2012; a los malagueños de Conde de Guadalhorce y Gualdalteba en 2014; al de Breña II, en Córdoba, en 2014.y hay dudas sobre su presencia en el embalse de Zahara, en Cádiz desde 2015. Los dos mayores embalses de Andalucía (Iznájar y Breña II) están por tanto afectados, siendo el caso más preocupante el de Iznájar, que es el embalse de más capacidad y también el de mayor afección.

Así las cosas, el secretario general de Feragua, Pedro Parias, ha pedido a las administraciones que centren sus esfuerzos en evitar que se extienda a nuevos embalses, ya que, una vez infectados, es “imposible su erradicación y obliga a los usuarios a cuantiosos gastos para convivir con la especie invasora y evitar la colmatación de las infraestructuras hidráulicas con la consiguiente inutilización de las redes de riego recién modernizadas”. Cada adulto lanza un millón de larvas al año, lo que da idea de su nivel de propagación. “Crecen de forma imparable, van colonizando infraestructuras y nuestro clima les favorece”, ha señalado Pedro Parias, que ha destacado que su Asociación trabaja en este momento en un Plan de Medidas Preventivas que compartirá con la administración andaluza en el grupo de trabajo que la Consejería de Medio Ambiente acaba de constituir, “un grupo de trabajo muy necesario pero que se debería haber constituido mucho antes”, ha afirmado el coordinador de Feragua en dicho Grupo de Trabajo, Antonio Morales.

En este momento, están afectados gravemente afectadas importantes infraestructuras de abastecimiento de Málaga (embalse de Guadalteba y Conde de Guadalhorce) y de Córdoba (embalse de Iznajar), de tomas de usos hidroeléctricos en el rio Genil, de centrales Termosolares que toman agua del rio Genil y de regantes del Genil (zonas regables del Genil-Cabra en Córdoba y Comunidad de Regantes de El Villar en Sevilla y tiene gran riesgo de propagación en toda la zona regable del Bajo Guadalquivir, en Sevilla. Es decir, todos los usuarios de aguas de embalses infectados están afectados y corren el riesgo de ver inutilizadas sus instalaciones, por lo que el problema es global, y hace falta tomar medidas urgentes y coordinadas entre administraciones implicadas y usuarios, incluyendo a los usuarios recreativos y pescadores, principales agentes de propagación de la especie.

La imagen está tomada del Iznájar, en Andalucía, y da muestra del volumen de afectación
La imagen está tomada del Iznájar, en Andalucía, y da muestra del volumen de afectación

El secretario general de Feragua se ha lamentado de que, con los precedentes del Ebro, Júcar y Segura y el conocimiento que ya se tenía del poder devastador de estas especies y su capacidad de propagación, “hayamos llegado a donde hemos llegado, es decir a la presencia del mejillón cebra en todas las cuencas andaluzas”. Junto a la reivindicación correspondiente a las administraciones, el grupo de trabajo de Feragua también ha acordado apoyar el proyecto presentado por la Universidad de Huelva a la convocatoria Retos de la Sociedad, del Ministerio de Economía y Competitividad. Se trata de un proyecto de investigación e innovación para conocer mejor las especies invasoras y poder mejorar los métodos de control y prevención dentro de las instalaciones de riego.

 

Están afectados un grupo de embalses que aportan más del 20% de la capacidad de regulación de toda Andalucía

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