Cerca de 2.900 personas han muerto en aguas del Mediterráneo durante los primeros seis meses de 2016, el período más letal para la inmigración desde el inicio de la crisis y que arroja un 50 por ciento más de fallecidos en relación al mismo periodo del año pasado, según ha denunciado la Organización Internacional para la Migración (OIM).
El portavoz de la organización, Joel Millman, ha señalado que estos datos son «realmente alarmantes»y ha confirmado una cifra exacta de 2.899 fallecidos de enero a junio. En 2015, la cifra de muertos en sus primeros seis meses fue de 1.838; en 2014, de 743. Aunque reconoce que Europa ha hecho «un gran trabajo» y que solo este año han salvado «miles de vidas», indica que «cuando hablamos de casi 3.000 muertos, significa que no estamos haciendo todo lo posible».
En los primeros seis meses de este año han llegado 225.665 inmigrantes a través de la ruta del Mediterráneo Central hasta Italia, Grecia, Chipre y España, frente a los 146.000 registrados el año pasado.
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