Este miércoles ha entrado en vigor la nueva norma sobre el etiquetado de los productos alimentacios, aplicable a toda Europa y que beneficiará al consumidor, ya que garantiza que los clientes reciban una información más homogénea, completa y precisa sobre las características nutricionales de los alimentos.
Cinco años han tenido las empresas para adaptar sus envases a la nueva ley. A partir de ahora, es obligatorio que la etiqueta informe al menos de cuántas calorías tiene, la cantidad de grasas -especialmente las saturadas-, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal. El fabricante, si lo desea, puede aportar además información sobre fibra, vitaminas o minerales.
Quedan excluidos de esta normativa los productos con un solo ingrediente, como el agua, el té o el vinagre; las bebidas alcohólicas y los envases más pequeños, como las mantequillas. Esta norma prohíbe en los envases esa letra pequeña imposible de leer. Debe tener al menos 1,2 milímetros de tamaño y es obligatorio informar si contiene ingredientes que puedan provocar alergias.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha creado un sitio web (http://eletiquetadocuentamucho.aecosan.com) donde se puede consultar toda la información acerca del nuevo etiquetado de los alimentos, legislación y las dudas más frecuentes. Aunque el nuevo etiquetado no es complicado de entender, son muchos los que consideran que debería estar acompañado de campañas de divulgación dirigidas a los consumidores de todas las edades.
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