… Y el presidente del Consejo se hizo capataz otra vez de Jesús de Pasión

El presidente del Consejo de Hermandades y Cofradias, Antonio González, se acercó hasta el palco ocupado por la Fundación Laberinto para dedicarle la levantá de Pasión.

Un Martes Santo de muchos momentos para el recuerdo, pero sin duda quedará grabado en la retina el paso de Nuestro Padre de Jesús de Pasión por el tramo final de a carrera oficial en la plaza del Ayuntamiento, frente al palquillo oficial. El día en que el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva, Antonio González, se hizo otra vez capataz del paso junto a su hijo Toni. Y lo vivió íntensamente, diríamos que de manera desbordante, cuando llegó con su Señor de Pasión. Primero al invitar a Verónica, a un joven de 14 años, a cantar una saeta que resonaba como el ‘quejío’ del mejor género que recordaba los buenos cantaores que tiene Huelva. Luego esa levantá del paso por los propios costaleros al sonido de la banda de Cornetas y Tambores del Cristo de los Gitanos de Sevilla. Y, finalmente, la dedicada a los niños y sus familias de la Fundación Laberinto que ocupaba un palquillo especial que el Consejo había reservado este año para ellos. Sólo viviendo esos momentos se puede valorar en su autentica dimensión esa transformación por unas horas de quien representa a todas las Hermandades y Cofradías de Huelva con el Señor de Pasión. Huelvatv lo ofreció en directo, en vivo, con todo lujo de detalles y mejor que las palabras lo podrá expresar esa extraordinaria retransmisión que cada día no está ofreciendo la cadena pública municipal.

Nuestro Padre Jesús de Pasión en la carrera oficial entrando en la Plaza de las Monjas.
Nuestro Padre Jesús de Pasión en la carrera oficial entrando en la Plaza de las Monjas.

A la vuelta de la Hermandad, en la calle Madre Ana, en la puerta de la Hermandad de la Cinta, esperaba el obispo de Huelva, monseñor Viaplana, realizó una levantá que Antonio Gonzalez explicó los costaleros que «don José era un gran defensor de las hermandades y del esfuerzo que se hace debajo de las trabajaderas.

El Martes Santo comenzó pocos minutos después de las tres de la tarde con la salida de la Hermandad de la Salud desde su parroquia de San Francisco de Asís, en Pérez Cubillas. Un largo itinerario de esta cofradía de barrios que a su vuelta tuvo que realizar un espectacular esfuerzo en la subida al Barrio Obrero. Estrenaba este año el ropaje para los dos centuriones romanos realizado en el taller de la misma hermandad.

Después la Sagrada Lanzada con la Virgen de los Dolores que llegó desde el barrio de las Colonias entre el olor a azahar de la calle San José, donde la hermandad lucía su enorme espectacularidad acompañada por la Banda de la Salud y desde Aználcollar la Banda Municipal. Es ya una hermandad con historia que realiza su estación de penitencia los Martes Santo desde 1987.

Glorioso paso de la Sagrada Lanzada.
Glorioso paso de la Sagrada Lanzada.

Y también fue la tarde de la Hermandad de los Estudiantes con su impronta y personalidad que ha ido acuñando con el paso del tiempo.Música de trío de capilla para el Cristo y la Banda Sinfónica del Liceo Municipal de la Música de Moguer. Tuvo que padecer unos minutos de retraso que se habían acumulando durante la carrera oficial pero inapreciable en la tarde-noche tranquila, sin incidentes que reseñar, y en la que Huelva se volvió a echar a la calle para acompañar a las Hermandades y contemplar lo que durante los últimos años el mal tiempo le había ‘hurtado’. Ganas de Semana Santa y ganas de todas las Hermandades de hacer de la Semana Santa una auténtica seña de identidad de la ciudad, superándose año tras año.

 El Cristo de Estudiantes camino de la carrera oficial.
El Cristo de Estudiantes camino de la carrera oficial.

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