
Aprovechando que en unas semanas se inaugurará -o pondrá en servicio- la nueva estación o apeadero de Renfe en la capital, lo que permitirá tirar el muro y que la ciudad en su zona centro se abra a los amplios terrenos del Ensanche tras que se retiren las vías, ya está en marcha como publicidad una campaña en las redes sociales denominado ‘Huelva con su tren’ que intentará desgastar aún más al Partido Popular, como Gobierno Central, en la provincia de cara a las elecciones autonómicas que toda probabilidad se adelantarán al otoño de este mismo año y a las municipales de junio del 2019. El ministro de Fomento tuvo la oportunidad de haber ofrecido a la representación de la FOE y de los empresarios una inversión próxima, bien en el nuevo trazado de la vía férrea hasta Sevilla o sustituyendo los vergonzosos trenes que dan servicio diariamente, con vibraciones y ruido insoportable- a la conexión con Madrid y que cuando se no tienen goteras se paran en medio del campo o se le salen los ejes como ocurrió este mismo viernes.
Pero no, el ministro optó por una actitud ‘chulesca’ -según han valorado algunos de los asistentes- cuando se le referían casos concretos del deficiente servicio ferroviario que padece Huelva. Prefirió llegar con la plana mayor del Ministerio y la compañía silenciosa de la subdelegada en Huelva pero sin nada bajo el brazo. Sólo con lo que ya se sabe. Lo poco que queda para terminar la circunvalación de Trigueros y Beas, de un sólo carril de ida y vuelta, en la Nacional 430 y pequeñas cantidades para el mantenimiento del trazado y resolver por obligación los pasos a nivel sin barrera, que algún día puede costar un serio disgusto. Además del dinero que el Puerto de Huelva pondrá para que puedan circular trenes de 370 metros con las mercancía que deben llegar a Majarabique. Los demás ya era conocido pero en cuanto al servicio ferroviario, aunque en estos días agravado aún mas las deficiencias, al ministro, hablando claro y duro, el resbala. Y su partido en Huelva, que es quien puede hacerle cambiar de opinión, sigue callado para que algunos puedan seguir en las listas electorales y sin valorar la que se le viene encima en las próximas semanas.
Ahora que se celebran actos en torno a la conmemoración de los 30 años de aquel 3 de marzo de 1988 en el que Huelva se lanzó a la calle, en una huelga general, en defensa de unos estudios universitarios propios se valora la importancia que tiene para el desarrollo de una provincia cuando e la propia sociedad civil la que empuja. El PSOE ha tenido y tiene en la Sanidad también su calvario y lo atestiguan las multitudinarias manifestaciones que se han vivido. Y ahora le toca al PP con el tren al que puede unirse las acciones de defensa del litoral tras los graves daños causados por los temporales.
Unos y otros, que se han alternado en el gobierno de las Administraciones, en las últimas décadas habrán podido comprobar que la respuesta ya de la ciudadanía es difícil de contener y un exponente ha sido la movilización con mucho cabreo de los pensionistas, indignados con la torpe carta, ademas, que recibieron de la ministra para anunciarle una ridícula subida del 0,25% para el 2018 y a renglón seguido otra con el porcentaje a restar en el impuesto del IRPF. Empieza a asentarse un idea muy hecha del olvido en que las Administraciones tienen a la provincia y si antes se levantó la bandera de la sanidad -servicio en el que siguen las mismas carencias- ahora toca el turno del tren, en unos momentos muy malos para los populares porque las encuestas siguen dando una caída tanto en Andalucía como en España.
Una vez terminada la estación y derribado el muro, la Avda. de Italia quedará preciosa. Gracias a todos los que han hecho posible este logro.