Estos planes de actuación son un mandato legal recogido en el artículo 63 de la Ley 9/2010, de 30 de julio, de Aguas de Andalucía, que no se había materializado hasta ahora, y representan una herramienta más de ayuda en la toma de decisiones para una correcta gestión.
La intención del Ejecutivo andaluz es acometer una serie de estudios y actuaciones que permitan reducir la incidencia de las sequías sobre los diferentes usos del agua en las cuencas. El objetivo es optimizar los recursos disponibles antes y durante los estados de sequía. Se elaborarán planes específicos para las demarcaciones hidrográficas del Tinto, Odiel y Piedras; Guadalete y Barbate, así como de las cuencas Mediterráneas Andaluzas.
Objetivos
Los planes persiguen garantizar la disponibilidad de agua para asegurar la salud y la vida de la población, reducir los efectos negativos de la sequía sobre el estado ecológico de las masas de agua, en especial sobre el régimen de caudales ecológicos, evitando en todo caso, efectos permanentes sobre el mismo, y minimizar los efectos negativos sobre las actividades económicas.
Estos planes definirán los mecanismos para la identificación de situaciones de sequía, el calendario de las mismas, los escenarios para determinar la mayor gravedad de situaciones de escasez, o la definición de las acciones a aplicar durante la sequía, asegurando siempre la transparencia y participación pública en el desarrollo de los planes.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible elaborará una propuesta inicial de los planes, que trasladará a todas las consejerías y a todos los agentes implicados para su análisis y aportaciones y que se someterá a información pública.
La Junta viene trabajando en un nuevo modelo de gestión del agua, que tendrá su máximo exponente en el Pacto Andaluz por el Agua.
Incluidos en la Ley de Aguas de 2010, se convertirán en una herramienta más de ayuda en la toma de decisiones para una correcta gestión
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