El nuevo contrato se establece por 36 meses para un gestor de residuos único, lo que permitirá agilizar la gestión con un único interlocutor, mejorar el control y la trazabilidad de los residuos, facilitar soluciones particulares para determinados centros y optimizar la logística en los transportes con la reducción de emisiones contaminantes asociadas.
Además, se integran nuevos tipos de residuos, como los de aparatos eléctricos y electrónicos. Igualmente, se incluye la obligatoriedad de formación continuada y medios materiales precisos para casos de alertas sanitarias, así como la obligación de participación en ejercicios o simulacros que puedan planificarse desde el SAS. Se potenciarán también medidas de control y seguridad en los procesos de tratamiento de los residuos infecciosos.
La nueva contratación supondrá, además, contar con más recursos para la recogida selectiva de materiales susceptibles de reciclaje e incluye asesoramiento y un plan de información mensual.
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