Comprar una vivienda en un municipio de menos de 5.000 habitantes es un 6,2% más caro que antes de la pandemia

La demanda creciente de retorno a los pueblos provocada por la pandemia" no es suficiente para compensar el efecto de la España vaciada, por lo que los precios no se ven muy afectados

Dejar la ciudad para ir a teletrabajar al pueblo. Es uno de los titulares más frecuentes en este periodo pandémico, cuando, debido a las restricciones de movilidad, ocio y el miedo al contagio ha aumentado el interés por mudarse de la ciudad al campo.

Sin embargo, este interés no ha tenido un gran impacto en la evolución de los precios, de acuerdo a Sara Arranz, gerente de TresHabitatinmobiliaria de Tecnotramit«La creciente demanda de casas rurales no compensa el enorme impacto de la llamada España vaciada que se ha producido en los últimos años», señala.

Un estudio de Idealista señala que desde que empezó la pandemia las viviendas en zonas rurales han aumentado su precio en un 6,2%, como consecuencia de este aumento de interés por las viviendas alejadas de la ciudad.

Arranz explica que, si bien se ha producido un cambio en la tendencia de la demanda y se han adquirido inmuebles fuera de las grandes metrópolis, estas compras se han producido «relativamente cerca de las ciudades» y aquellas que se han efectuado en el campo, «tienen un mayor carácter de segunda vivienda».

Este estudio compara los precios de las viviendas en los municipios de menos de 5.000 habitantes con respecto a los precios de la capital de su provincia. De este modo, de media en España el precio por el m2 en las capitales es de 1.729 euros, mientras que el de los municipios pequeños son 834 euros.

Por lo tanto, el precio de la vivienda en las zonas rurales sigue siendo hasta un 52% más barato de media que en las capitales de provincia. «Esto da lugar a los habituales ‘chollos’ de viviendas en pueblos con muchos metros cuadrados y bajo precio», apunta.

Por otro lado, Arranz advierte de que esta estadística es «desigual», ya que los precios en ciudades como San Sebastián, Madrid o Barcelona son «muy elevados», mientras que en otras provincias el cambio entre ciudad y pueblo no se nota tanto.

La experta concluye que, si bien la demanda ha sido creciente en este último año y medio de pandemia, esta no ha sido tan grande como para compensar el abandono rural, por lo que a pesar de las subidas de precios «estas no han sido ni serán muy elevadas.»

En este sentido, Arranz opina que este nuevo interés «permanecerá durante un tiempo», pero también señala que «con el fin de las restricciones de movilidad, el interés de nuevo por las ciudades será creciente».

Un estudio de Idealista indica que comprar una vivienda en un municipio de menos de 5.000 habitantes es un 6,2% más caro que antes de la pandemia, aunque el m2 sigue situándose en la mitad de precio que el de las viviendas urbanas.

Sara Arranz, gerente de TresHabitat, inmobiliaria de Tecnotramit señala que «la demanda creciente de retorno a los pueblos provocada por la pandemia» no es suficiente para compensar el efecto de la España vaciada, por lo que los precios no se ven muy afectados

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