La asociación que representa a la distribución profesional de materiales para la edificación y rehabilitación ANDIMAC considera que las medidas de corte fiscal -como la rebaja del IVA del gas– así como otras recogidas en el decreto de ahorro energético ya convalidado deberían complementarse con un plan de acción más transversal que apueste por la rehabilitación energética para reducir el consumo, y no únicamente para abaratar la factura.

Para ello, Andimac pide reforzar la colaboración público-privada entre los principales agentes del sector de la reforma y la rehabilitación y los órganos responsables en cada comunidad autónoma, a las que recientemente el Consejo de Ministros aprobó transferir 1.500 millones de euros de los fondos europeos Next Generation para rehabilitación de viviendas.

En concreto, la patronal plantea un panel de seguimiento “en tiempo real” del grado de penetración de los fondos en la economía real para valorar la efectividad de las ayudas para rehabilitación así como posibles medidas de mejora.

Barreras en el acceso de las comunidades autónomas

En este marco, la patronal advierte de importantes amenazas que pueden provocar una pérdida de los fondos europeos, entre las que destacarían las barreras en el acceso de las comunidades autónomas a las ayudas comunitarias a causa de esa transferencia de competencias.

Frente a ello, la patronal aboga por un marco común de transposición, que podría conseguirse gracias a la cogobernanza entre el Gobierno y las autonomías, lo que evitaría cuellos de botella durante el proceso administrativo y burocrático, y facilitaría la llegada de estas ayudas a comunidades de vecinos y particulares.

Reducir la demanda, la medida más efectiva

Como consecuencia de ello, Andimac considera que podrían promoverse las obras para mejorar los aislamientos como la medida más efectiva para una reducción real de la demanda energética dentro de los planes de contingencia que elaborarán las comunidades autónomas para combatir la crisis energética.

Estas obras también contribuirían a mejorar la certificación energética del parque edificado, lo que cobra especial importancia dado que actualmente más del 80% de las viviendas son de baja calidad energética (calificación F o G). Y ello, teniendo en cuenta las directrices europeas marcadas a medio y largo plazo, podría impedir alquilarlas y venderlas, constituyendo una seria amenaza para el patrimonio de las familias españolas.

Al margen de la mejora de los aislamientos para contribuir al ahorro, Andimac destaca el cambio de los sistemas de climatización y la implantación de energías renovables como las principales obras que se pueden llevar a cabo para mejorar la eficiencia energética.

Según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “estamos ante una oportunidad histórica para reducir la demanda energética del parque edificado. Sin embargo, hay un claro riesgo de que las ayudas no lleguen a los ciudadanos. Frente a ello, los agentes del sector deberíamos ir de la mano junto a las administraciones públicas para promover una campaña de sensibilización y concienciación para aprovechar los fondos europeos y no desperdiciarlos”.