Andalucía investiga la seguridad e impacto en la sociedad de 17 tecnologías sanitarias emergentes

Acelerador lineal (ALE) para la atención de pacientes oncológicos en un hospital andaluz

La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, a través de la Unidad de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, adscrita a la Secretaría General de Salud Pública e Investigación, Innovación y Desarrollo en Salud y a la Fundación Progreso y Salud, se encuentra inmersa en la evaluación de 17 tecnologías sanitarias en el marco del Plan de Tecnologías Emergentes.

La Evaluación de Tecnologías Sanitarias es un proceso sistemático de valoración de la efectividad, seguridad, eficiencia e impacto en la sociedad y las organizaciones de las tecnologías sanitarias. En este contexto, aborda las consecuencias directas y deseadas de las tecnologías, así como las indirectas y las no deseadas. Su objetivo principal es aportar información cualificada al proceso de la toma de decisiones sobre prevención de enfermedades, el diagnóstico y la terapéutica.

Las tecnologías sanitarias nuevas y emergentes son las técnicas o procedimientos utilizados en la práctica clínica que se encuentran en la fase previa a su adopción o difusión generalizada en el sistema sanitario. El término incluye aquellas que se encuentran en la fase de investigación aplicada habiendo pasado de la fase de ensayo clínico pero cuyo uso aún no se ha extendido o está aún en pocos centros. También son emergentes aquellas tecnologías ya establecidas pero que tienen una nueva indicación o uso.

Para ayudar en el proceso de decisión con información sólida sobre las nuevas tecnologías, algunos países han desarrollado sistemas formales de detección y alerta, como el Plan Nacional de Tecnologías Emergentes en el que participa la Consejería de Salud y Consumo.

En la línea de esta Unidad de Evaluación relacionada con el Plan de Tecnologías Emergentes, se han identificado 14 tecnologías incluidas en el programa de trabajo de 2024, como son: el sistema de acelerador lineal guiado por resonancia magnética (MR-Linac) para la radioterapia en tumores ginecológicos; la estimulación transcraneal por pulsos para el tratamiento de pacientes con enfermedad de Alzheimer; el dispositivo para trombectomía mecánica en el tromboembolismo pulmonar con alto riesgo de shock obstructivo; la estimulación cerebral profunda adaptativa en la enfermedad de Parkinson; el sistema de soporte a las decisiones para la administración de medicamentos en UCIs pediátricas; el dispositivo de estimulación transcraneal de corriente directa para el tratamiento de la epilepsia farmacorresistente; el dispositivo implantable de drenaje para glaucoma; la estimulación externa del nervio trigémino (eTNS) para el tratamiento de la migraña; la intervención digital mediante videojuego complementaria al tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad; el sistema robótico para cirugía del oído medio e interno; el sistema de identificación de enfermedades cardíacas basado en ecografía e inteligencia artificial; la nefrectomía parcial por abordaje retroperitoneal mediante sistema de robot quirúrgico; el sistema de diagnóstico autónomo (IA) para pacientes con retinopatía diabética.

A ello hay que sumar el dispositivo auditivo de conducción ósea activo, transcutáneo y osteointegrado para niños con problemas de audición; la utilidad diagnóstica de la colorimetría para la detección de ictericia en neonatos.

Además, ya se han realizado varios informes de tecnologías emergentes como el de Ecoendoscopia con manómetro para el diagnóstico de la hipertensión portal; el Mapeo óptico genómico para la detección de alteraciones cromosómicas y neoplasias hematológicas; o el del Sistema de identificación de enfermedades cardiacas basado en ecografía e inteligencia artificial.

La Unidad de Evaluación de Tecnologías Sanitarias

La Unidad de Evaluación de Tecnologías Sanitarias tiene la misión fundamental de apoyar la toma de decisiones en materia de tecnologías sanitarias a diferentes niveles del Sistema Sanitario Público, de la Consejería de Salud y Consumo y de la Secretaría General de Salud Pública, Investigación e Innovación en Salud.

Su trabajo se fundamenta en todo momento en la evidencia científica y responde a las necesidades de los decisores en el ámbito de la salud, con criterios de oportunidad, relevancia y utilidad, y sobre valores de independencia, transparencia y rigor metodológico.

Esta Unidad es asimismo miembro de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud, creada por el Consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud en 2012, con el fin de promover la calidad, eficiencia y sostenibilidad en evaluación de tecnologías sanitarias.

La principal fuente de financiación es el Ministerio de Sanidad, a través de la propia red, para quien se elaboran la mayoría de los productos, aunque también responde a peticiones de otras instituciones como GuíaSalud, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, la Organización Mundial de la Salud o la Comisión Europea y los grupos de trabajo de programas en salud de la propia Consejería y del SAS, como los comités asesores de cribados y vacunas.

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