El Partido Animalista Pacma ha denunciado públicamente este viernes la muerte de tres caballos que participaban en la romería de El Rocío, dos de ellos en el camino, a la altura de Palacio del Rey y otro en la propia aldea. Estas muertes se unirían a la de una mula que pereció ayer jueves en la calle Sanlúcar, también en la aldea, según fuentes del 112 y diversos medios de comunicación.
Las causas del fallecimiento de estos animales aún no han sido confirmadas, pero según Pacma, «oscilarían entre infartos, fracturas de cuello como resultado de caída y hasta el derrumbamiento de una viga sobre la cabeza de uno de ellos». Pacma ha solicitado ya las explicaciones pertinentes a las autoridades.
Clara Márquez, coordinadora provincial de Pacma en Sevilla, afirma que «se ha podido constatar de manera fehaciente el incumplimiento del artículo 65.7 de la Ley de Bienestar Animal, que prohíbe el uso de animales en romerías y eventos festivos donde se utilicen elementos pirotécnicos» y asegura que «testigos directos nos han informado que varias hermandades han estado usando pirotecnia durante su recorrido en la romería».
Asegura Pacma que el miércoles 15 de mayo, desde las 6:00 hasta las 11:00 aproximadamente, la Hermandad de Benacazón «lanzó cohetes continuamente, culminando con una traca de más de un minuto de duración» y «situaciones similares ocurrieron a su paso por Villamanrique y con la Hermandad de Huelva, donde se lanzaron cohetes al pasar por la Comandancia de Marina», según Márquez.
Pacma recuerda que a comienzo del mes de abril, Antonio Sanz, consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, anunció mejoras de seguridad para este año en la romería del Rocío, incluyendo medidas para la protección de los animales en un plan que anunció como «sin precedentes en Europa».
Para el Partido Animalista, estas medidas son insuficientes, ya que «se han instalado solo 15 puntos de agua y zonas de sombra para más de 20.000 animales entre equinos y bueyes esperados en la romería». Además, «no se ha proporcionado información sobre las medidas tomadas durante la peregrinación ni para el camino de vuelta, que es el tramo más delicado de la romería. En años anteriores, hemos observado casos de animales abandonados, como un buey atado a un árbol a la entrada de Sevilla», añade.
Respecto al uso de la pirotecnia, Márquez afirma «desconocer las medidas específicas adoptadas en relación a su uso durante la romería», pero supone que «no se ha tomado ninguna acción efectiva«.
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