Carolina Marín recibe el Premio Príncipe de Asturias de manos de Leonor en uno de los momentos más emotivos de la gala

Carolina Marín a su llegada al Teatro Campoamor de Oviedo

Carolina Marín ha recogido este viernes uno de los galardones más importantes de su carrera deportiva: el Premio Princesa de Asturias de los Deportes en la solemne ceremonia celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo.

La deportista onubense ha sido una de las más aplaudida a su llegada al teatro, junto al cantautor Joan Manuel Serrat, Premio Princesa de Asturias de las Artes. También ha recibido una gran ovación por el público presente a su entrada al escenario del teatro, así como al recibir el preciado galardón que el jurado de los premios le concedió el pasado 8 de mayo, más de dos meses antes de su grave lesión durante los Juegos Olímpicos de París que se celebraron del 26 de julio al 11 de agosto.

Carolina ha recibido el Premio de las manos de la princesa Leonor y ha mostrado emocionada y feliz su galardón al público, agradeciendo su cariño ante la emoción de su madre, que no ha podido contener las lágrimas.

A este premio optaban 24 candidaturas de 14 nacionalidades. El jurado le concede a Carolina Marín este galardón «por su extraordinario palmarés en bádminton, un deporte en el que ha llegado a ser un referente internacional. Es la primera y única deportista no asiática campeona olímpica en esta disciplina, además de la mejor jugadora de la historia del bádminton en España y una de las mejores del mundo, es un ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores dentro y fuera de la pista».

La deportista onubense tras recoger el Premio Princesa de Asturias

La oro olímpica en bádminton en Río 2016, tres veces campeona del mundo y ocho continental (siete en Campeonatos de Europa y uno en Juegos Europeos) es mucho más que su excelso palmarés, en el que también se incluyen siete torneos Super Series, incluido el All England por partida doble, así como el Abierto de China o el de Tailandia.

La campeona ha tenido que sobrponerse a dos graves lesiones que la tuvieron apartada de las pistas. En enero de 2019 se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, regresando a la cancha siete meses después. Y en mayo de 2021 el sueño olímpico se desvaneció al sufrir en un entrenamiento otra rotura del ligamento cruzado anterior, en esta ocasión en la rodilla izquierda. Regresó once meses después para conquistar su sexta corona continental.

Pero su golpe más fuerte lo sufrió en los Juegos de París, con su tercera lesión de rodilla cuando era una firme candadata a conseguir el Oro. Un duro golpe que la llevó a pensar en su retirada de las pistas. Sin embargo, la oleada de cariño recibida desde entonces la ha dado fuerzas y ya piensa en coger de nuevo la raqueta.

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