Vanesa Martín conquista Matalascañas con una propuesta impecable y un derroche de energía y buen hacer

El público del Doñana Music Experience se rindió ante la malagueña con su exitosa gira ‘Casa Mía’

Vanesa Martín en el Doñana Music Experience de Matalascañas

El idilio entre Vanesa Martín y Huelva va a más con el paso de los años. Ella lo sabe y también su público, que se rindió anoche ante el buen hacer de la artista malagueña en el incomparable marco del Doñana Music Experience. Con una puesta en escena soberbia y arropada por una gran banda con la que va en todo momento de la mano, Vanesa Martín llevó hasta Matalascañas su ‘Casa Mía’, título de su gira y último y exitoso disco de estudio, el noveno de su carrera. Una casa que la cantante abrió puerta a puerta para mostrarnos un mundo lleno de verdad, sentimiento, libertad, valentía y amor a través de sus canciones.

Ofreció la de Málaga un concierto muy ordenado, en el que presentó su nuevo álbum, que le ha salido redondo. En él coquetea con sonidos nuevos y se atreve hasta con el autotune, arriesgando y saliendo de su zona de confort, pero ha sabido hacerlo tan bien, que en este disco su esencia brilla más que nunca. ‘Objetos perdidos’, bachata que ha sorprendido gratamente a su público; ‘Intimidad’; ‘Lobos’; ‘Tenemos universo de sobra’; ‘Cómo te digo’ o ‘Me sucedes’, una balada desgarradora marca de la casa, son algunos de los temas de su nuevo trabajo que sonaron anoche. Y eligió Matalascañas para cantar por primera vez en la gira ‘Casa Mía, una sevillana que recoge toda la filosofía de este disco que tantas alegrías le está dando. Pero tampoco podían faltar aquellas canciones convertidas ya en himno, como ‘Polvo de mariposas’ (sabe que sacarla del repertorio le crearía un serio conflicto con sus incondicionales), ‘Arráncame’, ’90 minutos’, ‘De tus ojos’, ‘…y vuelo’ o ‘El nudo’. Todas ellas sonaron anoche en una propuesta musical muy variada y con cambios de ritmo sorprendentes.

Porque si alguien que no ha visto nunca un concierto de Vanesa Martín piensa que los suyos son del tipo “siéntate, que te canto al oído bajito’, se equivoca al cien por ciento. Ella es animal de escenario y en directo, un torbellino que se patea la tarima de lado a lado en vaya a saber usted cuántas ocasiones. Le mete a sus canciones una velocidad más y transforma una balada de una sola guitarra o piano en un tema lleno de fuerza y mezcla de sonidos que te hace saltar del asiento para gritarlo a pleno pulmón mientras te invita con su infinita energía a no parar nunca.

Pero a Vanesa también le gusta el acústico, el momento “tú y yo” y el espectáculo dedica un tiempo a esa intimidad en la que la cantante se despoja de artificios, desnuda su alma y hasta se descalza para tomar asiento y cantarte desde sus entrañas a golpe de versos que te llegan en caricia y abrazo.

Es un pequeño respiro que te regala a lo largo de casi dos horas de concierto. Porque de un salto recupera su energía, su lado más canalla y te conduce, apoyada en sus músicos, a un final apoteósico de ritmo endiablado que contagia a un público entregado y agradecido por su derroche de sensibilidad, talento y humanidad.

La artista malagueña disfrutó de una noche con un público entregado

Vanesa Martín lo dio todo en Matalascañas. Cantó, bailó, bromeó e interactuó continuamente con el público, demostrando la conexión tan especial que mantiene con él. Y además nos sorprendió con la aparición sobre el escenario de Samurai, una artista emergente que no es la primera vez que canta sobre un escenario con la malagueña. También estaba por ahí su gran amiga Pastora Soler, que no paró de corear sus temas.

Esta ‘Casa Mía’, que ya es de todos, es un refugio lleno de luz, arte, compromiso, tenacidad, pureza, sinceridad, cercanía… todo lo que es y transmite Vanesa Martín.

1 comentario en Vanesa Martín conquista Matalascañas con una propuesta impecable y un derroche de energía y buen hacer

  1. El concierto de Vanesa Martin del sábado en Matalascañas fue impresionante; esta mujer tiene un no sé qué, que se yo, que yo que se, la cosa que es que nos da una energía que en las 2 horas de concierto no paramos de saltar, cantar y bailar a su ritmo. Ya tenemos energía hasta el próximo. Un abrazo.

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