
La localidad onubense de Trigueros, epicentro de una de las tradiciones taurinas más arraigadas de Andalucía, ha escrito este año una nueva página en la historia de sus Fiestas Taurinas Tradicionales con la celebración del I Bolsín Taurino ‘Pablo Gómez Terrón’, un certamen que ha nacido con la vocación de apoyar y dar visibilidad a las nuevas promesas de la tauromaquia.
Este Bolsín, dedicado a la memoria del desaparecido torero triguereño Pablo Gómez “Terrón”, se ha desarrollado desde el miércoles, 3 hasta el domingo, 7 de septiembre, tras las capeas, con la intención de ofrecer un trampolín a jóvenes novilleros y de reafirmar la identidad taurina de un pueblo que ha sabido conjugar tradición y proyección.
Durante cuatro jornadas consecutivas, el Recinto Taurino de Trigueros se transformó en un espacio de oportunidad para las nuevas promesas de la tauromaquia. La respuesta del público fue contundente: jaulas, andamios y gradas se llenaron de aficionados que quisieron acompañar a los jóvenes diestros y ser testigos de la ilusión de estos jóvenes por tentar un novillo.
Los novilleros participantes fueron David Ramírez y Manuel Garrido, ambos naturales de Trigueros; Cristóbal de Lara, de Villalba del Alcor; y Antonio Santana, de Chiclana de la Frontera. Todos ellos lidiaron novillos de la ganadería de Manuel Ángel Millares, que ofrecieron bravura, nobleza y un excelente juego en cada tarde.
El novillero David Ramírez, el encargado de abrir el Bolsín, desató la ovación unánime del público con una faena de temple, valentía y personalidad. Su debut en este certamen estuvo marcado por la madurez de su toreo y por el orgullo de torear en su tierra. La segunda jornada estuvo protagonizada por Cristóbal de Lara, que interpretó un toreo sereno, con entrega y claridad de ideas. Su forma de entender la embestida del novillo le valió no solo el reconocimiento de los asistentes, sino también la admiración del jurado.
En la tercera cita, Manuel Garrido se presentó en su tierra con una actuación cargada de emoción. Aunque el novillo no facilitó la lidia, el joven novillero mostró un valor inquebrantable y una firmeza que confirmaron sus ganas de abrirse paso en el difícil camino del toreo. El certamen concluyó con la actuación de Antonio Santana, que firmó una tienta de decisión y personalidad, dejando claro que su nombre habrá de seguirse de cerca en los próximos años.
Tras la deliberación del jurado, el triunfador del I Bolsín Taurino fue Cristóbal de Lara, que en la noche del domingo regresó al ruedo para tentar un último novillo y recibir, de manos del alcalde de Trigueros, Vidal Blanco, el premio de un capote de paseo, símbolo del reconocimiento de todo un pueblo.
La emoción del público y el nivel demostrado por los participantes convirtieron este certamen en una cita de gran valor, tanto artístico como simbólico. Trigueros, pueblo de toros y de toreros, ha demostrado que su tradición sigue viva y que sabe proyectarla hacia el futuro.

Un certamen con vocación de continuidad
El alcalde de Trigueros subrayó el éxito de esta primera edición, explicando que “la creación de este Bolsín Taurino supone un paso más en el compromiso de Trigueros con su identidad cultural. Somos un pueblo de toros y toreros, y este certamen abre una vía para apoyar a quienes representan el futuro de la tauromaquia. Han sido cuatro tardes cargadas de emoción, talento y valentía, que confirman que este Bolsín ha llegado para quedarse”.
Blanco quiso además destacar el componente simbólico del evento. “Dedicamos este Bolsín a la memoria de Pablo Gómez Terrón, un torero de nuestra tierra cuya trayectoria merece ser recordada y que hoy se convierte en inspiración para las nuevas generaciones”, ha manifestado.
Tradición, convivencia y futuro
Con este nuevo Bolsín, Trigueros no solo refuerza el carácter singular de sus Fiestas Taurinas Tradicionales, sino que también se convierte en referente para el fomento y la proyección de jóvenes talentos en el ámbito taurino. La participación, el ambiente de convivencia en torno al ruedo y la respuesta del público avalan la consolidación de un certamen que busca trascender el marco local y proyectarse a nivel provincial y andaluz.
El triunfo de Cristóbal de Lara y la entrega del resto de los novilleros participantes dejan constancia de que la tauromaquia sigue viva en las manos de los más jóvenes, y que pueblos como Trigueros son la cuna en la que el futuro del toreo sigue escribiendo sus primeras páginas.
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