
La presbicia es uno de los problemas de visión a los que, antes o después, se enfrenta la población, de hecho, según datos que maneja General Optica, líderes en el cuidado de la salud visual y auditiva, entre los 40 y los 50 años, nueve de cada diez personas experimentan los síntomas de la vista cansada. A pesar de ello, son muchas las dudas que genera, principalmente entre quienes se enfrentan por primera vez a la frustración que supone esta dificultad para enfocar objetos cercanos.
Entre las preguntas más habituales se encuentran las relacionadas con los síntomas de la presbicia, sus causas, su evolución, posibles tratamientos o qué implicaciones tendrá en la vida diaria. Estas son algunas de las dudas más frecuentes y a las que los expertos de General
Optica responden:
1. ¿En qué consiste la presbicia?
La presbicia es un problema visual relacionado con la edad, que se debe a la pérdida progresiva de la capacidad del ojo para enfocar objetos cercanos. No es una enfermedad, sino un proceso natural del envejecimiento ocular.
La presbicia afecta al cristalino que, con los años, se vuelve menos flexible, lo que impide que el ojo cambie de enfoque con rapidez entre objetos lejanos y cercanos.

2. ¿Qué causa la vista cansada?
La causa principal es el envejecimiento del cristalino, encargado de ajustar el enfoque. En personas jóvenes, el cristalino cambia de forma con más facilidad para ver de cerca, pero con el tiempo pierde elasticidad y esa capacidad de adaptación disminuye. De esta manera, la presbicia suele aparecer entre los 40 y los 45 años, y progresa lentamente hasta los 60 o 65.
3. ¿Cómo saber que sufro presbicia?
Al principio puede confundirse con cansancio visual o estrés, pero hay señales muy claras que delatan su presencia:
– Necesidad de alejar los objetos para verlos con nitidez.
– Dificultad para leer letras pequeñas, especialmente en situaciones en las que hay poca luz.
– Dolor de cabeza o molestias en los ojos tras leer o usar pantallas.
– Sensación de visión borrosa o fatiga ocular al final del día.
4. ¿Qué síntomas tiene la vista cansada?
Los síntomas de la presbicia son bastante característicos y suelen aparecer de forma progresiva:
– Visión borrosa de cerca, sobre todo en actividades como leer o escribir.
– Necesidad de tener más luz para ver con mayor claridad.
– Lentitud a la hora de cambiar de enfoque entre la visión cerca y la de lejos.
– Cansancio visual y sensación de ardor o pesadez en los ojos.
Dolores de cabeza tras periodos de lectura o trabajo con pantallas.

5. ¿Qué debo hacer si sospecho que tengo presbicia?
El primer paso es acudir a nuestro óptico de confianza, quien puede confirmar el diagnóstico o descartar otros problemas de visión. No se recomienda comprar gafas en tiendas genéricas sin una revisión previa. Una revisión profesional resulta crucial en estos casos porque incluye pruebas de agudeza visual y de enfoque, para determinar el tipo y grado de corrección necesaria.

6. ¿La presbicia aumenta con el tiempo?
La presbicia tiende a aumentar progresivamente durante los primeros años. En general, la dificultad para ver de cerca empeora entre los 40 y los 60 años, a medida que el cristalino continúa perdiendo elasticidad. Después de ese periodo, la progresión se ralentiza y la graduación suele estabilizarse. Sea cual sea el momento en el que nos encontremos, las revisiones periódicas permiten ajustar las gafas en caso necesario.
7. Tengo presbicia… ¿y ahora qué?
La buena noticia es que la presbicia tiene solución, ya que existen múltiples opciones para corregirla y seguir disfrutando de una visión cómoda. Lo más importante es asumir la presbicia con naturalidad, ya que, todos, antes o después, pasamos por ella. Con las indicaciones de nuestro óptico de confianza y el tratamiento adecuado podremos leer, escribir, trabajar y usar dispositivos móviles sin molestias.
8. ¿Qué métodos puedo utilizar para corregir la presbicia?
Existen varias alternativas en función de la edad, las necesidades visuales y las preferencias de cada persona. Los expertos de General
Optica señalan las siguientes:
Gafas monofocales
Solo corrigen la visión cercana. Son las denominadas gafas de lectura, adecuadas si no se tienen otros problemas visuales.
Gafas progresivas
Ofrecen una transición suave entre visión de lejos, media y cercana. Son cómodas y estéticamente discretas, ya que no tienen líneas divisorias visibles, por lo que son una opción muy práctica para el día a día.
Gafas ocupacionales
Se fabrican a medida y están adaptadas de manera personalizada a las distancias que cada persona tiene al trabajar. Resultan efectivas y cómodas para actividades prolongadas en el ordenador, ya que garantizan una visión de calidad desde los 35 centímetros hasta los dos metros de distancia.
Lentes de contacto multifocales
Corrigen la visión de cerca y de lejos a la vez, y son ideales para quienes no quieren usar gafas.
Cirugía con lentes intraoculares
En algunos casos, los especialistas pueden realizar intervenciones que reducen la dependencia de gafas.
Cada opción tiene sus ventajas, inconvenientes y limitaciones. Nuestro óptico de confianza nos informará cuál es la mejor para nuestro caso y nos ayudará a decidir.
José Ramón García Baena, óptico-optometrista a cargo de Producto y Servicios de Salud Visual de General Optica, afirma:: ´Aunque todos sufrimos presbicia a partir de cierta edad, no existe una solución universal para corregirla. Cuando aparecen los primeros síntomas, lo más conveniente es acudir a una revisión con su óptico de confianza, que es el profesional que mejor puede determinar si la persona está sufriendo vista cansada, qué grado de presbicia tiene y cuál es la mejor manera de corregirla, en función de sus actividades, profesión y estilo de vida´.



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