Nuestra querida ‘prima’ de riesgo de España, sin que ahora estemos tan atentos, sigue subiendo peldaños (ya hemos llegado hasta alcanzar los 155 puntos en estos días, cuando en meses no se ha movido de los 125) a medida que se acercan las elecciones y aventuran una perspectiva incierta en cuanto a las posibilidades de formar un Gobierno estable y sin sobresaltos. Y para colmo un PSOE que, por día, parece querer entrar en un auténtico laberinto de despropósitos y todo porque entregó en las autonómicas y municipales del año pasado mucho poder a Podemos y las llamadas Confluencias en grandes ciudades y comunidades. El mismo día 11 de mayo, para más inri, acaba de firmar un pacto de Gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona con Colau (lo que puede terminar enterrando a lo que fue en su día el gran Partido Socialista de Catalunya) y los dos principales ‘barones’ que se sustentan en los pactos firmados para ocupar sillones carentes de poder real (¿quién manda, por ejemplo, en la Generalitat Valenciana?) quieren formar coalición, por su propia cuenta, para el Senado con el frente de izquierda que con tan depurada estrategia ha ideado Pablo Iglesias para terminar de hacer el ‘bocadillo’ a los socialistas de las torpezas de Pedro Sánchez, al que por la derecha le puede robar votos Ciudadanos y por la izquierda la coalición de IU con Podemos. Aún así, el PSOE se volverá a convertir en el partido ‘bisagra’ para formar una de las dos alternativas de Gobierno que puede darse tras el 26 de junio. Y eso asusta mucho en los mercados financieros porque nadie sabe a ciencia cierta para dónde va tirar y ello genera incertidumbre y desconfianza en cuanto al futuro de España.
Por ello conviene seguir de cerca las oscilaciones de la deuda española porque este país necesita todos los días al mercado de capitales a refinanciar lo que se debe. Para que nos hagamos una idea de la deuda del Estado, en su conjunto, si hubiera que pagar lo que adeudamos al día de hoy, cada español tendría que abonar 23.332 euros, un 4,8% más que el año pasado, según estudio de EAE Business School. Estamos convencidos que de no actuar el Banco Central Europeo el bajón de hoy, cuando se acercaba a los 177 puntos, no se hubiera producido y estaríamos ya superando los 200 puntos.
Pero aún más peligrosa y agónica es la etapa en la que ha entrado la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) Real Club Recreativo de Huelva. Aunque existe un acuerdo firmado de venta desde el día 28 de abril entre Gildoy e Infotelwi, que tendría que haberse elevado a público el 4 de mayo, todo ha quedado paralizado porque el mismo Pablos Comas, en declaraciones a la Cadena Ser en Huelva, ha reconocido que el Registro de Huelva no ha dado por válidas las Juntas de Accionistas de en las que se aprobaron las cuentas desde el 2011 en adelante dado que sus convocatorias adolecieron de un defecto de forma.
Desde el punto de vista de formal el no depositar las cuentas anuales en el Registro Mercantil. o bien que éste no las acepte (como parece haber ocurrido), comporta el cierre registral de cualquier otro acuerdo que se adopte por la sociedad. Es decir, no se podría ahora mismo, aunque se llegara a elevar a publico la compraventa (algo que tampoco se ha formalizado), el cambio de accionistas y, por supuesto, tampoco los nombramientos y apoderamientos de un nuevo Consejo de Administración. Estaríamos ante una sociedad mercantil bloqueada, con una Junta de Accionistas convocada que de nada sirve por cuanto habría que subsanar las anteriores celebradas cumpliendo con los requisitos formales y aprobar, nuevamente, por los socios que conste en el libro de la sociedad en esos años, todas las cuentas anuales desde el 2011.
Mientras tanto, los aficionados y socios de la SAD agrupados en torno al Trust han informado que se han hecho cargo de una deuda de un proveedor, por importe de 7.856 euros que estaba en curso procesal y que podría haber desencadenado ya una resolución de lo Mercantil iniciando la fase de liquidación de la concursada, en cumplimiento de convenio, Sociedad Anónima Deportiva (SAD) Real Club Recreativo de Huelva. Un exceso de voluntarismo que hasta que no se sepa si se puede formalizar la venta de las acciones, registrar las mismas, nombrar nuevos consejeros y que la registradora acepte dichas inscripciones no se sabrá si han servido para algo más que convertirse, por compra de deuda, en uno más de los acredores a los que adeuda millones de euros la SAD y que nos parece mucha carga para quienes dicen (y ahora escribiremos de ello) que con ayuda, o sin ayuda, del Ayuntamiento de Huelva quieren hacerse de una carga tan pesada.
El tiempo juega en contra del Real Club Recreativo de Huelva y ahora mismo el reloj de la sociedad, en cumplimiento de las normas mercantiles, se ha quedado parado en el año 2011. Demasiados años por delante para poder resolver los muchos problemas que le aquejan, en especial la elevada deuda que tiene comprometida, y de la que no hay certeza de una empresa como Infotelwi, al parecer tutelada desde el equipo de Gobierno actual del Ayuntamiento de Huelva, pueda asumir cerca de más de 20 millones de euros cuando sus cuentas en el registro del año 2014 presentan fondos propios negativos y estaría, casi como el mismo Recre. en estado de insolvencia manifiesta salvo que en las nuevas cuentas del 2015 haya generado recursos para un equilibrio patrimonial y guarde fondos para cumplir con todos los compromisos que ha ido adquiriendo con toda la plantilla actual del club y proveedores básicos, aparte de que queda como incógnita si Hacienda y la TGSS están dispuestas a un aplazamiento de las deudas (tanto concursales como posteriores) y qué tipo de garantías o aval puede pedir a cualquier nuevo dueño que se haga cargo del Real Club Recreativo de Huelva. Algo mucho más imprevisible que cuanto pueda ocurrir con la prima de riesgo de España, que al fin y al cabo la podemos seguir al día y que empezará a jugar un papel importante, porque no se sabe cómo se formará el próximo Gobierno de España, en la campaña electoral del 26-J.
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