En el primer trimestre de este año sólo se han creado en España 15 sociedades de Capital de Inversión Variable (SICAV), un dato inferior al de años anteriores, y la falta de estabilidad política desde las elecciones generales, así como los cambios en la tributación de estas sociedades que auguran los partidos, pueden ser las causas de estos datos.
El año 2010 fue el que registró el menor número de nuevas SICAVs en España. Uno de los motivos fue el inicio de la crisis económica que ya se estaba gestando en Estados Unidos. Este año las previsiones de creación no son muy halagüeñas, debido a los cambios que los nuevos partidos quieren implantar si finalmente crean gobierno.
La historia de las SICAVs se remonta a la etapa socialista de Felipe González. Entonces fue cuando se regularizaron como un mecanismo para evitar la fuga de las grandes fortunas de España. Se trata de instituciones de inversión colectiva que tienen personalidad jurídica propia. Sin embargo, en vez de tributar el 30% del Impuesto de Sociedades, sus obligaciones fiscales se reducen al 1%, al igual que los fondos de inversión. Sin embargo, en el momento en el que el accionista saca su dinero de la SICAV, vendiendo su participación, tendrá que tributar entre el 21% y el 27% en función de los rendimientos obtenidos. Además, estos vehículos de inversión son regulados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que establece si estas entidades cumplen con los requisitos necesarios para ser consideradas SICAVs.
Programas electorales
Los programas electorales de los partidos políticos establecen distintas medidas encaminadas a regular este tipo de inversión. El Partido Popular, por ejemplo, establecería un mínimo de 0,55% del capital social en la participación de los accionistas para poder invertir en estas sociedades. El Partido Socialista, por el contrario, fijaría un máximo de participación y no permitiría que los inversores tuvieran su patrimonio más de un determinado período de tiempo para que cumplan sus obligaciones fiscales.
Por su parte, Ciudadanos propone un “control abierto de las Sicav” para que se cumplan los requisitos de número de accionistas, y finalmente, Podemos e Izquierda Unida cambiarían la tributación del 1% al máximo del Impuesto de Sociedades con el fin de erradicar esta forma jurídica.
Suiza o Luxemburgo son países donde la estabilidad política y económica está garantizada, y la confidencialidad quedará asegurada gracias al secreto financiero que se ofrece desde estas jurisdicciones. El atractivo régimen fiscal o los convenios de doble imposición firmados con España, son muy tenidos en cuanta a la hora de constituir una SICAV en el extranjero. En ocasiones, la poca flexibilidad y la lentitud de la Comisión Nacional del Mercado de Valores a la hora de tramitar la licencia provocan que se busquen soluciones en otros países.
Escribe una respuesta