La ex alcaldesa de Isla Cristina, María Luis Faneca, se encontraba en primera fila dentro del equipo de campaña que cantaba la ‘Internacional’, puño izquierdo en alto, para celebrar la incuestionable victoria de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Y en Huelva, sin estructura orgánica, el resultado obtenido no puede ser tomado a la ligera por la actual dirección. Casi el 30% de los votos emitidos, 872 en concreto, fueron para Pedro Sanchez, aunque Susana Diaz aguantó con el 66,99% y 1954 votos. Patxi López alcanzó un 3,12% y 91 votos.
Podrá externamente cuestionarse si este repetido liderazgo de Pedro Sánchez es lo que conviene al PSOE en la España actual pero es el que más de la militancia sí quiere. Y ante eso es absurdo otras observaciones porque cada uno, o cada colectivo, es muy libre de decidir su destino. El que será nuevo secretario general decía en su comparecencia que quiere un nuevo partido, el partido de la militancia. ¿Cómo se cocina esto? Eso ya es otro cantar. ¿Y como reaccionará el votante que ha acompañado hasta ahora a los socialistas? También lo veremos cuando vuelva otro proceso electoral, como más tardar dentro de un año.
Queda por delante, de todas formas, el Congreso en el que se tiene que elegir la nueva ejecutiva y con anterioridad la elección de los delegados que por cada agrupación provincial asistirán al mismo. Puede alcanzarse acuerdo de integración en las listas o no. Ese rubricón todavía le queda por pasar a Pedro Sánchez porque no es el militante de base el que normalmente acude a los Congresos, sino muchos cargos únicos y estructuras orgánicas que están consolidadas en cada provincia y que ya le ganaron un Comité Federal en octubre.
Por delante tiene que decidirse el nombre del nuevo portavoz en el Congreso de los Diputados, qué hacer con los Presupuestos del Estado que se están tramitando -y donde el voto del diputado por Nueva Canaria que iba en las listas del PSOE es decisivo- y si se apoya, hay abstención o voto en contra en la moción de censura que Pablo Iglesias ya le ha puesto por delante a Pedro Sánchez -puede ser que en Podemos esperaban la victoria de Susana Díaz- como primer examen en el que retratarse. Y, por supuesto, el desafío catalán de independencia de hechos consumados ante el que, al final, habrá que pronunciarse.
Cuando termine el Congreso Federal, vendrán los regionales y luego los provinciales. Un nuevo partido, como quiere Pedro Sánchez, es cambiar toda la estructura del actual modelo y, como es lógico, quienes lo interpretan en cada agrupación. En Huelva, un 30% puede parecer poco pero de la manera en que se ha llevado el partido es demasiadas fugas de votos que ni lo esperaba Susana ni el propio Caraballo. Por lo que algo también se mueve por aquí abajo.
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