Más de la mitad de microorganismos que hay en la habitación de un hotel se reducen con ozono

Debido a su uso intensivo son un caldo de cultivo para aerobios mesófilos, hongos y levaduras

La limpieza con ozono garantiza que las habitaciones de los hoteles estén libres de microorganismos indeseables

Expertos de Asp Asepsia (www.aspozono.es) han realizado diversos estudios in situ acerca de la Calidad de Aire Interior (CAI) en habitaciones de hotel que reciben un tratamiento de desinfección con ozono. Los resultados han demostrado que la aplicación del gas ozono con una metodología adecuada es capaz de reducir a más de la mitad la presencia de microorganismos, sean cuales sean las condiciones previas.

Hay que destacar que el estado de la habitación previo al tratamiento es totalmente variable, por lo que no se puede extraer una muestra representativa a generalizar de antes o después., ya que los factores que pueden afectar a la calidad del ambiente son muy variados y tienen una casuística diversa, pues dependen de la ubicación del hotel, de los ocupantes y actividades desarrolladas anteriormente en la habitación, de las condiciones climáticas, la contaminación ambiental de ese día en la zona donde se ubica el hotel, etc. 

En todo caso, los estudios de ASP con ozono reflejan unos resultados post tratamiento siempre por debajo de los límites recomendados por la OMS, porque el ozono actúa adaptándose a la necesidad según la contaminación existente.   
  
Los estudios de ASP se han realizado controles microbiológicos del ambiente desinfectado, determinando dos parámetros que dan información sobre el grado de higiene de la habitación, que son microorganismos aerobios mesófilos y recuentos de mohos y levaduras. En cuanto a aerobios mesófilos, después del tratamiento con ozono, con un cañón de ozono, se han obtenido unos valores promedio entre todas las habitaciones de 111,4 ufc/m3, mientras que en el recuento de levaduras y hongos, el resultado promedio han sido 71 ufc/m3. Si se observan los resultados de ambos parámetros, se puede apreciar como estos están muy por debajo de los valores máximos recomendados tanto por la OMS, así como por la nota técnica de prevención del INSHT.   
  
Las habitaciones de los hoteles son espacios donde entra y sale mucha gente a diario. A pesar de que se lleva a cabo una exhaustiva limpieza de las mismas, existen contaminantes que no se ven a simple vista como microorganismos patógenos que flotan en el ambiente o se ocultan en superficies de compleja limpieza como mantas, moquetas, cortinas, etc. Se trata de aerobios mesófilos, levaduras y hongos, que pueden suponer un riesgo potencial para los clientes, sobre todo para los que tienen sistemas inmunitarios débiles.    
  
Con los sistemas tradicionales de limpieza no se logran la completa desinfección e higienización de la habitación, al no conseguir eliminar la totalidad de las bacterias, hongos, levaduras, etc. Estos microorganismos tienen su origen en los propios ocupantes de la habitación, la falta de ventilación y renovación del aire, los materiales y la falta de mantenimiento preventivo. Están en el aire y tienen suma facilidad para adherirse a las diferentes superficies de las habitaciones, como las alfombras, cortinas, colchones, mantas o sillas, cuya limpieza es compleja, por lo que no se realiza en cada cambio de habitación. También están presentes en circuitos de ventilación, aire acondicionado o baños.  
  
Los niveles de contaminación presentes en las diferentes superficies, que además pueden derivar en malos olores, resultan un indicador fiable de la limpieza y confort general del hotel. La Organización Mundial de la Salud (OMS), así como el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), fijan un nivel máximo para la presencia de microorganismos de 500 ufc/m³, valor por el encima del cual las estancias no son saludables y pueden suponer un riesgo para la salud de los clientes.   
  
Ozono, desinfección y eliminación de olores  
   
El ozono es, por su poder oxidante, el mejor germicida, virulicida y bactericida; y no deja ningún tipo de residuo químico, pues se descompone en oxígeno tras su aplicación. Gracias a esta acción evita los malos olores en las habitaciones, los cuales pueden traducirse en forma de quejas, reclamaciones o malas opiniones en internet por parte de los clientes del hotel. Por otro lado, debido a la contaminación con microorganismos los clientes pueden llevarse o contagiar enfermedades, así como empeorar en sus síntomas.  
   
Como empresa especializada en la desinfección e higienización con ozono, ASP ejecuta un control y recuento de los microorganismos presentes en las habitaciones. En cada una de las auditorías periódicas que realiza en los hoteles que utilizan sus servicios, se establece un exhaustivo control para que la presencia de contaminantes ambientales se encuentre siempre por debajo de los niveles recomendados. De esta forma, se consigue asegurar la ausencia de malos olores (provocados por la contaminación) y la correcta higienización y desinfección.  
   
Aerobios mesófilos, levaduras y hongos  
  
Los aerobios mesófilos son un grupo de microorganismos que incluyen todos los que necesitan oxígeno para crecer y lo hacen en condiciones de temperatura ambiente. El recuento de los mismos proporciona información sobre la calidad del aire, de forma que una elevada presencia en el ambiente indica que no se ha realizado un tratamiento correcto desde el punto de vista sanitario.  
   
Los hongos y las levaduras son organismos que por lo general viven sobre superficies húmedas y se encuentran ampliamente distribuidos en el ambiente. Se pueden hallar como contaminantes en aquellos lugares en los que se ha realizado una deficiente higienización, lo que puede originar problemas de salud a las personas.  
   
Normalmente la vía de entrada de estos microorganismos en el ser humano es la vía respiratoria, por lo que se hace necesario un control sobre la climatización, ventilación y aire acondicionado de las instalaciones, así como de los materiales de las propias habitaciones. 

La OMS fija unos niveles máximos de 500 ufc/m³ para que las habitaciones sean plenamente seguras.  
  
Estudios demuestran que el uso del ozono como purificador  ambiental asegura que esa contaminación siempre esté por debajo de los límites recomendados

Con los sistemas tradicionales de limpieza no se logra la completa desinfección

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