Las mujeres dedicadas a la investigación en Andalucía superan la media nacional

El 78,3% de las féminas desempeña su labor en universidades y en la administración

Las mujeres que realizan I+D en Andalucía suponen un 41,4% de las féminas

El porcentaje de mujeres que realiza I+D en Andalucía está por encima de la media nacional en un punto, con un 41,4% de féminas frente al 40,4% del conjunto de España, lo que se traduce en 9.578 mujeres que trabajan como investigadoras y como técnicos y auxiliares de I+D en la comunidad autónoma. Este porcentaje casi alcanza la paridad en el sector público, según recoge el informe ‘Mujeres en el Sistema Andaluz del Conocimiento 2016’.

Así lo ha dado a conocer el secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología de la Consejería de Economía y Conocimiento, Manuel Torralbo, durante la presentación en la Casa de la Ciencia de Sevilla del estudio, elaborado por la Unidad Estadística de la Agencia Andaluza del Conocimiento. Se trata de una de las actividades programadas en la comunidad para conmemorar el pasado día 11 de febrero, declarado por la UNESCO ‘Día Internacional de la Mujer y la Niña y la Ciencia’.

Por sectores, en la Administración pública se ha producido una notable mejora y casi se ha alcanzado la paridad con un 49,5% de mujeres dedicadas a I+D, mientras que en la universidad se supera el 45%. En cuanto al sector privado, las mujeres apenas suponen una de cada tres personas dedicas a la investigación (el 29,4%).

Torralbo ha calificado la perspectiva de género como «un aspecto innegable a tener en cuenta a la hora de diseñar políticas públicas, conceder ayudas o establecer presupuestos», a la vez que ha añadido que «contar con datos de este tipo, reales y fiables, contribuye a mejorar dichas políticas y a incluir medidas de corrección que ayuden a paliar las desigualdades generadas por cuestión de género». «Una sociedad que no es igualitaria pierde muchísimas oportunidades de ser mejor, de progresar más y de ser más justa», ha asegurado, añadiendo que «no aprovechar la mitad del talento es un sinsentido».

Este informe recopila y aglutina distintos indicadores y estadísticas recogidas por organismos oficiales y regionales (INE, IECA, MECD, etc.), y aborda la presencia y el rol que juegan las mujeres en los distintos organismos y entidades que conforman el sistema regional de innovación.

En cuanto a la ubicación del personal femenino dedicado a I+D en Andalucía, éste desempeña mayoritariamente su labor en el ámbito de la enseñanza superior (universidades), donde se ubican más de la mitad de estas mujeres (49,77%). Le sigue la administración pública (28,54%), las empresas (21,52%) y, de forma residual, las entidades sin fines de lucro (0,17%).

Dejando al margen al personal técnico y auxiliar, y si tomamos en cuenta únicamente a las investigadoras, se observa que el porcentaje de éstas también supera ligeramente la media española, con un 39,13% frente al 39,12%, respectivamente. Asimismo, aquellas que realizan su trabajo en el entorno universitario, lo hacen en gran medida dentro del ámbito de las ciencias exactas y naturales (24,6%), las ingenierías (21,5%), las ciencias sociales (17,6%), las humanidades (17,6%) y las ciencias de la salud (16,3%). Por otro lado, las que trabajan para la administración pública, lo hacen sobre todo en los ámbitos de las ciencias de la salud (65,5%), las ciencias agrarias (17,6%) y las ciencias sociales (6%).

Por último, en relación al personal técnico y auxiliar femenino dedicado a I+D, éste supera en más de dos puntos (44,5%) la media nacional (42,4%), alcanzando en el sector público el 53% y en la universidad el 54%.

Limitaciones en la carrera investigadora

El estudio también refleja con cifras las limitaciones en el ascenso de las mujeres en la carrera investigadora, que quedan patentes en el entorno científico al igual que en otros sectores laborales, así como el llamado ‘techo de cristal’ y el ‘efecto tijera’.

Desde el curso 2008-2009 el índice «techo de cristal» se ha reducido en casi un punto en Andalucía, pasando del 2,6 a 1,8, igualando la media nacional. Este índice capta las dificultades que las mujeres encuentran en su ascenso en la carrera investigadora midiendo las oportunidades relativas que tienen ellas frente a los hombres a la hora de alcanzar la posición más alta en la jerarquía de la investigación. Este indicador toma como referencia el valor 1, que indicaría que no existe desigualdad, mientras que un valor superior significaría que las mujeres estarían menos representadas y viceversa.

En cuanto al efecto tijera, en la región andaluza se encuentran más mujeres con estudios superiores que hombres e incluso es mayor el número de tesis doctorales aprobadas por ellas. Sin embargo, casi se equiparan ambos sexos a nivel de doctorado y en la primera escala laboral, cayendo después su representatividad. Por ejemplo, sólo el 20,7% de los catedráticos son mujeres.

Además, es especialmente pequeño el número de mujeres que registran patentes, con apenas el 3% de las solicitudes, por lo que mejorar en este aspecto es un reto. En este sentido, Torralbo ha recalcado la necesidad de fomentar que las estudiantes se acerquen a las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (materias STEM).

Respecto al porcentaje de mujeres que lideran grupos de investigación en Andalucía, ha crecido siete puntos en la última década aunque todavía solo uno de cada cuatro grupos de investigación tiene al frente a una mujer (el 26% frente a 74% de grupos que lideran hombres).

 

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