Los grupos municipales de PSOE y APIN en el Ayuntamiento de Palos de la Frontera (Huelva) van a solicitar la celebración de un pleno extraordinario ante los vertidos de aguas residuales sin depurar que se han producido en Mazagón y las gestiones del Consistorio ante el suceso, acusando al alcalde de «mentir».
Así lo han puesto de manifiesto la secretaria general del PSOE de Palos de la Frontera, Belén Castillo, y el portavoz del grupo de APIN en el Ayuntamiento de Palos, Cristóbal Rojas. Ambos han asegurado que el alcalde, Carmelo Romero, del PP, «miente» al asegurar que «se han solucionado los vertidos de aguas sin depurar» en la playa de Mazagón, puesto que, según han explicado, la solución aportada «ha consistido en el sellado de la fosa séptica que emitía estos residuos y el traslado de éstos a una depuradora que está abandonada e inactiva» de Palos de la Frontera.
Castillo ha recordado que el primer vertido a la playa se produjo en 2017 y ya entonces el Ayuntamiento de Palos fue requerido por la Autoridad Portuaria de Huelva «para que adoptara las correspondientes medidas que pusieran fin a este problema» en la fosa séptica, ya que la misma se encuentra en un terreno propiedad del Puerto aunque la competencia en esta materia es municipal.
La socialista ha señalado que en diciembre de 2017 el Puerto volvió a hacer un requerimiento al Ayuntamiento de Palos ante «la inacción» del mismo, y ha recordado que este verano hubo dos nuevos vertidos en julio. Estos hechos, señala, han supuesto dos expedientes incoados por parte de la administración regional al ente local que conllevarían una propuesta de sanción de 1,2 millones de euros.
Por su parte, Rojas ha reiterado que el alcalde debe decir «toda la verdad y solventar esta situación dada la importancia turística de Mazagón». En su opinión, el alcalde «se salta las leyes a la torera» y su gestión ha sido «nefasta» y las soluciones planteadas han sido «peores».
Ambos grupos municipales consideran que el Ayuntamiento de Palos ha tenido más de un año para actuar, pero consideran que Romero «ha tenido una actitud negligente e ineficaz ante un problema tan grave».
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