El 26 de octubre fue una fiesta marcada con mayúsculas en el calendario de la Fundación Don Bosco. Acumuló en su haber 20 cumpleaños que son testigos en Andalucía, Extremadura y Canarias del trabajo de esta entidad salesiana en favor de los jóvenes más vulnerables. No en vano, a fuerza de creatividad y compromiso, reinventa fórmulas de atención para que ninguno quede excluido.
Desde la fundación, explica Teresa Borrero, Directora Territorial de la Fundación para Huelva, «se vive este aniversario como una oportunidad para la actualización e innovación en las respuestas de inserción que ofrecemos. Así mismo, queremos poner el foco de atención de la sociedad y de las administraciones en aquellos jóvenes que no encajan en el sistema educativo, pero que también merecen una oportunidad». Muestra de ello son la escuela ocupacional y el proyecto contra el absentismo escolar que la entidad desarrolla desde sus instalaciones de la Avenida Santa Marta.
En Huelva, la Fundación Don Bosco trabaja para que ningún joven que se encuentre en riesgo de exclusión social quede sin atender. Cuenta con un equipo formado por 22 personas que se ocupan anualmente en la capital onubense de más de 900 destinatarios. Gestiona una casa para menores, un piso para jóvenes extutelados, programas de inserción sociolaboral, diversos recursos socioeducativos y, actualmente, se encuentra inmersa en la puesta en marcha de una cocina familiar comunitaria, un proyecto que les ilusiona y que, señala la directora, «coincidiendo con este aniversario, renueva nuestra respuesta a la población más vulnerable de la Avenida Alcalde Diego Sayago, más conocida como barriada de “El Torrejón”».
La formación y el empleo son dos de las respuestas que la fundación da a los grandes problemas de la juventud y la población en situación de vulnerabilidad. Recalca Borrero que, «aunque la situación laboral está mejorando, la entidad favorece las oportunidades y expectativas laborales de personas que no las tendrían si no fuesen acompañadas a las empresas con entidades como la Fundación Don Bosco».
Para ello, detalla la directora, preparan a los candidatos en función del perfil que demanda el tejido empresarial de Huelva, consiguiendo con ello muy buenos resultados de inserción laboral y canalizando el compromiso social de las empresas. Establecen un puente entre las necesidades de las empresas y los apoyos que requieren las personas, al mismo tiempo que ofrecen un acompañamiento continuado a ambas partes. En lo que va de 2018 la fundación logró la inserción laboral de más de 575 personas.
La entidad trabaja a nivel residencial atendiendo a menores de protección que viven en una casa de acogida que cuenta con 12 plazas. «Velamos para que tengan una vida lo más normalizada posible y que esa etapa sea similar a la de cualquier niño o niña de su edad», explica Teresa Borrero. Al alcanzar la mayoría de edad, muchos se ven abocados a la calle al no contar con redes de apoyo, por lo que la fundación ofrece pisos de acogida y acciones de acompañamiento personalizadas y adaptadas a cada caso.
Próximamente la “cocina comunitaria” abordará con treinta familias una acción integral, trabajando la inclusión, la formación en la nutrición adecuada y, además, garantizando su alimentación. Para ello, las familias cocinarán por grupos durante tres días de la semana y, el resto de personas beneficiarias, pasarán a recoger los alimentos. «Buscamos que no solo hagan la comida, sino que se conviertan en protagonistas, trabajando competencias personales, aprendiendo a elaborar menús saludables o iniciando itinerarios para su inserción laboral», señala Teresa Borrero. Supone una oportunidad para que descubran su propio potencial y vuelvan a creer en sus capacidades.
Estos 20 años no pesan en la Fundación Don Bosco. Atesoran mucha ilusión por seguir mejorando la situación de todas las personas que llaman sus puertas. «Ojalá llegue el día que tengamos que celebrar que nuestra fundación logró sus objetivos y ya no es necesaria», recalca la directora.
La entidad celebra su 20 aniversario renovando su compromiso con la juventud y la población en riesgo de exclusión social de Huelva
La entidad trabaja a nivel residencial atendiendo a menores de protección que viven en una casa de acogida que cuenta con 12 plazas
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