El vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia y Administración Local, Manuel Jiménez Barrios, ha manifestado la “enorme satisfacción” de la Junta ante la respuesta que ha tenido la convocatoria de subvenciones destinada a municipios y entidades locales autónomas con menos de 1.500 habitantes, para la rehabilitación de las sedes de los órganos de Gobierno y otros inmuebles en los que se presten servicios públicos de competencia local.

El vicepresidente ha señalado que la respuesta ha sido “muy superior” a la de años anteriores. Así, ha indicado que “si en el año 2015, fueron 231 los municipios y entidades locales solicitantes, para este ejercicio de 2016, han sido 255 entidades”. Según ha explicado, esta cifra supone un “87% del total de los que podían solicitar estas ayudas y más de un 10% de aumento”.

Ante el pleno del Parlamento, ha defendido la “importancia” de estas ayudas que, “junta a otras estrategias de planificación de la Junta, fijan población en el territorio rural más pequeño”. En este sentido, ha manifestado que “a diferencia de otras comunidades en las que se están despoblando sus territorios, el Gobierno andaluz es consciente de la importancia que tiene el mundo rural, y sobre todo el más pequeño, y la necesidad de equiparar la forma de vivir los ciudadanos más allá de donde vivan y que no les diferencie ni la renta, ni el territorio”.

Jiménez Barrios ha explicado que, con esta finalidad, la Junta ha puesto en marcha iniciativas “como el PFEA, como los planes de empleo, que llegan a los municipios más pequeños, o los planes de Inclusión Social”. Junto a ellos, ha indicado que esta convocatoria viene a refrendar esa estrategia global, en beneficio de los municipios más pequeños, que persigue fijar población, cohesionar el territorio y dar calidad de vida a los ciudadanos”.

Del mismo modo, ha enfrentado la estrategia andaluza a medidas del Gobierno central, como la ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Según ha indicado, en Andalucía “se tiene claro que hay que darle calidad de vida a los ciudadanos que viven en esos municipios y adecuar las instalaciones educativas, sanitarias, culturales, deportivas y, ahora también, sus propias casas consistoriales”.