«El futuro de Huelva pasa por las infraestructuras que llevamos reclamando desde hace años»

JUAN JOSE GARCIA DEL HOYO, PRESIDENTE DEL CESp HUELVA

Nadie mejor que Juan José García de Hoyo, catedrático de la Universidad de Huelva, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y presidente actual del Consejo Económico y Social de la Provincia de Huelva, para analizar y conocer la situación real socio-económica onubense cuando nace este digital que centrará mucho sus informaciones en esta misma vertiente porque la consideramos pieza angular sobre la que pivota el futuro para las nuevas generaciones. Además Juan José García del Hoyo fue también uno más de los universitarios que hicieron posible el 3 de Marzo de 1988 en Huelva y que sería la semilla de lo que es actualmente la Universidad, sobre la que habrá mucho que exponer en este medio online en los próximos meses. Pero ahora nos interesa saber qué piensa Juan José García del Hoyo en una charla distendida pero rigurosa.

Lo peor es que aún escuchamos a algunos partidos políticos defender el no AVE, defender el no Aeropuerto, defender lo indefendible.

Posiblemente no sea otra cosa que complejo de inferioridad o falta de ambición. Pero con esas actitudes lo único que estamos consiguiendo es ahondar en nuestra situación de crisis permanente.

Juan José García del Hoyo, com presidemte del Consejo Económico y Social de la Provincia de Huelva analiza su momento socio-económico.
Juan  José García del Hoyo, como presidente del CESp Huelva, analiza su momento socio-económico.

 

– Como presidente del Consejo Económico y Social de la provincia de Huelva (CESpH), ¿cuál es la visión económica que tiene de Huelva en el momento actual?

–  Desgraciadamente, no es muy favorable.  En los años previos a la crisis nuestra actividad económica giró en torno a la actividad inmobiliaria, ocultando los déficits estructurales que padecemos. La crisis ha puesto de manifiesto la verdadera dimensión de nuestros problemas: un sector turístico que no termina de despegar, carencias graves en infraestructuras, con lo que ello supone de freno a la inversión y a la competitividad de nuestras empresas, una actividad industrial en retroceso, una agricultura competitiva pero cada día más dependiente de factores exógenos y, finalmente, una actividad minera que parece no terminar de salir del ámbito de las expectativas. En 2007 llegamos a tener una población ocupada de 209.100 trabajadores, la más alta de nuestra historia, en la actualidad sólo son 168.700 trabajadores y trabajadoras. La tasa de actividad es de las más bajas de nuestro entorno y, en la actualidad, el paro afecta a 75.700 personas, con tendencia a que esta situación se mantenga o empeore a corto y medio plazo.

 – ¿Discrepa mucho de la que teníamos hace 20 años?

– Sí, ciertamente. Hace 20 años se produjo el despegue de la inversión turística, nuestro litoral se llenó de hoteles de calidad. Pero desde entonces la distancia en tiempo de Huelva con el resto del país se ha incrementado en términos relativos debido a la mejora de las comunicaciones en otras zonas que compiten con el mismo nicho de mercado. Huelva es la única provincia de todo el litoral comprendido entre Ayamonte y la frontera francesa que no dispone de aeropuerto. El AVE ha llegado a Cataluña, a la Comunidad Valenciana, a Málaga. Va a llegar en breve a Murcia y Cádiz. Nos hemos quedado por detrás de media España y ello se ha traducido en la pérdida de más de medio millón de viajeros. Los hoteles cierran, la temporada baja se extiende, la estacionalidad se agudiza y, como resultado, el grado de ocupación real de nuestras plazas hoteleras se sitúa en niveles inferiores al 40%. El turismo, que podría haber impulsado nuestro desarrollo no termina de consolidarse y no por falta de inversión privada, sino que ésta se ha realizado pero la inversión pública en infraestructuras se ha ido a otras zonas.

– ¿Qué le hace falta a Huelva para despegar de una vez por todas? Sí, ya sé que son muchas cosas, pero intente priorizar.

– Bueno, lo he estado indicando ya. Desde mi punto de vista lo principal son las infraestructuras de las comunicaciones e, incluso, tecnológicas. La modernización del ferrocarril Huelva-Zafra, el desdoble de la N-431 y la construcción de la línea de Alta Velocidad Sevilla-Huelva, son irrenunciables. El tiempo de transporte supone costes, mayores costes implican merma de competitividad y ello implica que Huelva no sea un lugar atractivo para la ubicación de nuevas empresas. No faltan los emprendedores, no faltan los recursos, pero alguien ha fallado.

– ¿Quién o quiénes son los culpables de que una provincia como la nuestra con innumerables riquezas esté a la cola del desarrollo, del empleo, de Renta per cápita… de casi todo?

– Pues, desgraciadamente, las administraciones públicas. No se ha priorizado nuestra provincia en las inversiones, nos hemos quedado por detrás. En los últimos treinta años hemos estado a la cola en inversión pública y por ello no debemos extrañarnos de nuestra situación. Pero, además, nuestra escasa capacidad reivindicativa es evidente; si la sociedad presiona, los políticos se ven forzados a actuar.

– ¿De qué sirve el CESpH que tanto estudia y dice y parece caer en saco roto? Me imagino que sentirá una frustración tremenda, porque aunque es un órgano consultivo, está claro que su función es la participación de los agentes económicos y sociales en la toma de decisiones de la política.

– Hemos hecho un trabajo relevante en muchas áreas. Nuestros dictámenes sobre las infraestructuras y sobre el turismo han aportado a la ciudadanía información de la que no se disponía. En parte estos informes han impulsado plataformas, han creado debate y, en cierta medida, puede que hayan contribuido a que de nuevo se hable de la línea de Alta Velocidad y se encuentre en los Presupuestos Generales del Estado para 2016, y que se esté estudiando la colaboración público-privada para la modernización del ferrocarril Huelva-Zafra. La misión del CESph es esa, generar información, crear opinión, para que la sociedad se movilice e impulse a nuestros representantes.

–  Sinceramente, ¿hay interés en que Huelva no despegue o somos nosotros mismos los culpables?

– En un contexto de recursos públicos limitados, todas las zonas pugnan por obtener inversiones. Las inversiones públicas en infraestructuras tienen un efecto directo sobre el PIB, tanto  medio como a largo plazo. El déficit de  nuestra provincia puede cifrarse en una merma en el PIB de entre el 5 y el 7%. Nuestro problema es que perdemos todas las batallas y, por tanto, que estamos perdiendo la guerra.

– Aparte de los 30 millones de euros para infraestructuras del AVE en Huelva y otro pellizquito pequeño para otras infraestructuras férreas, no hay otras inversiones previstas en los presupuestos generales del Estado de 2016 para Huelva, vamos, que con eso dudamos que se llegue a construir ni el Ave, para el que no se ha evaluado ni lo que costaría el estudio de impacto ambiental… ¿Nos están tomando el pelo?

– Esa sensación la tenemos todos; es lo malo de unos Presupuestos Generales del Estado elaborados en periodo preelectoral. El riesgo de que sólo se hayan incluido partidas para captar votos, si voluntad real de ejecutarlas es evidente. Ahora es la ciudadanía, los agentes sociales, todos, los que debemos presionar para que esos compromisos sean una realidad a medio plazo. Los PGE establecen un plazo de ejecución hasta 2019; al no haberse hecho aún nada, podríamos hablar de 2020. Huelva sería la última provincia del litoral atlántico-mediterráneo en disponer de conexión de Alta Velocidad, siendo una provincia con 30.000 plazas hoteleras de calidad. Y mientras el AVE ha llegado a Palencia, a Zamora, a León, …, a 36 provincias españolas. Lo peor no es eso, lo peor es que aún escuchamos a algunos partidos políticos defender el no AVE, defender el no Aeropuerto, defender lo indefendible. Posiblemente no sea otra cosa que complejo de inferioridad o falta de ambición. Pero con esas actitudes lo único que estamos consiguiendo es ahondar en nuestra situación de crisis permanente.

– Aunque la cantidad destinada a inversión en la provincia es mayor que en 2015, la cifra de inversión per cápita del onubense sigue estando muy por debajo de la media nacional, ¿nos seguimos alejando de la locomotora nacional?

– Así es. La inversión prevista para 2016 es superior a la de 2015, pero se sitúa aún por debajo de la media. Nuestro déficit inversor en la última década puede cifrarse en más de 1.000 millones de euros, suficiente para construir el AVE, modernizar la Huelva-Zafra, desdoblar la N-431, etc. Falta voluntad política, falta compromiso con esta tierra, y los onubenses, desgraciadamente, nos quejamos demasiado pero hacemos poco.

– Agricultura, pesca, turismo, industria química, aeroespacial… parece que hay de todo y no hay de nada…

– Desgraciadamente cierto. Parece como si todo se haya puesto en nuestra contra. Creo que Huelva necesita un gran pacto de todas las fuerzas políticas, y un apoyo urgente en forma de inversiones que nos haga acortar la brecha que durante los últimos veinte años se ha venido ensanchando.

– A su juicio ¿cuál o cuáles son los sectores por los que debemos apostar en Huelva?

– En primer lugar todos los que aprovechen nuestros recursos. Hay que desarrollar una industria agroalimentaria basada en las nuevas tecnologías, impulsar los regadíos, hay que consolidar la minería, hay que frenar el deterioro de la industria, hay que diversificar las actividades portuarias, hay que modernizar las actividades de transformación de productos pesqueros en origen, hay que relanzar las actividades turísticas y, sobre todo, hay que utilizar el capital humano que sale cada año de nuestras aulas universitarias. Tenemos una juventud muy formada, comparable a la media del país, nuestros titulados gozan de prestigio, algunos han puesto en marcha iniciativas exitosas, pero tenemos que creernos que tenemos futuro, que podemos cambiar la situación. Para ello es necesario un revulsivo. Los líderes políticos deben comprometerse con esta tierra.

– Por cierto, ¿el aeropuerto hace falta?

– Buena pregunta. En primer lugar una opinión personal; de mis impuestos estoy financiando el aeropuerto de Jerez, el de Málaga, el de Almería, los dos de Murcia, el de Alicante, el de Valencia, el de Castellón, el de Reus, el de Barcelona y el de Gerona. Es decir, los onubenses contribuimos con nuestros impuestos al mantenimiento de aeropuertos en todas las provincias que compiten con nosotros por el mismo nicho del mercado turístico. La duración mínima de un trayecto desde Madrid es a Huelva de 184 minutos. Al resto de las provincias, gracias a disponer de aeropuerto, de poco más de una hora. Es decir, se tarda el triple en llegar a Huelva y eso nos ha hecho perder competitividad para el turismo nacional. Y para el extranjero el aeropuerto es fundamental. Los mercados emisores en los que nuestra cuota de mercado crece son los del norte de Europa, mercados muy distantes que, sin esta infraestructura es imposible consolidar. Pero el aeropuerto también serviría para ampliar mercados para nuestra producción de frutos rojos.

Por carretera los límites para que la fresa llegue en buenas condiciones vienen marcados por la distancia que un camión frigorífico puede recorrer en un día o día y medio: Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Austria y poco más. La exportación de nuestras producciones mediante vuelos chárter podría multiplicar la capacidad exportadora de nuestra agricultura e, incluso, extender la campaña álgida hasta el mes de mayo o junio, generando riqueza, empleo, etc. No entiendo cómo nos rasgamos las vestiduras y desde Huelva decimos que no queremos un aeropuerto.

No es comprensible y es sólo resultado de la falta de información, del complejo de inferioridad y, sobre todo, de la falta de compromiso con nuestra tierra de algunas fuerzas políticas. Es necesario un aeropuerto y, además, no entiendo a quienes dicen que sea sólo de capital privado mientras que con sus impuestos financian todos los aeropuertos españoles.

-Un augurio de futuro, o mejor un presagio…

-Ya lo he dicho, si no se toman medidas urgentes, la tasa de desempleo a final de año se situará en el 33,1% de la población activa – un parado de cada tres trabajadores. Pero lo peor no es eso, sino que a finales del 2017 dicha tasa será cercana al 35%. O las administraciones actúan o esta provincia seguirá profundizando en una crisis permanente.

 

Sé el primero en comentar...

Escribe una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*