Inspección Pesquera decomisa 14.431 kg de pescado y marisco entre enero y mayo en Huelva

El Plan sobre la captura clandestina de pulpo ha sacado del mercado 10.458 kg

El pescado y marisco decomisado, en la mayoría de los casos, no alcanzaba la talla o carecía de etiquetado

Los Servicios de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía han decomisado un total de 14.431 kilogramos de pescado y marisco en Huelva entre los meses de enero y mayo de 2017, en la mayoría de los casos por no alcanzar la talla reglamentaria, carecer de etiquetado o ser transportado sin documentación. Éste es el balance de las actuaciones contra el furtivismo desarrolladas en la provincia en lo que va de año por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, en colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Policía Autonómica.

Dentro de la “fuerte presión” que, desde la óptica del delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Pedro Pascual Hernández, se ejerce sobre la pesca y el marisqueo ilegal, ha cobrado un especial protagonismo la persecución de la comercialización clandestina del pulpo. Ésta, enmarcada en un plan de control específico,  se ha saldado con la retirada del mercado de hasta 10.458 kilogramos (el 72,47 por ciento del total) ajenos a la línea de trazabilidad de este molusco y la incautación de 651 alcatruces y 53 nasas (las artes utilizadas en esta pesquería).

El pulpo, cuya talla mínima reglamentaria está establecida en un kilogramo de peso, se halla, en estos instantes, dentro de uno de los dos periodos de veda (que abarcan tanto a aguas exteriores como interiores y a la totalidad de las modalidades) fijados para garantizar la conservación de las poblaciones y la sostenibilidad de la actividad en el Golfo de Cádiz. El primero se extiende desde el 1 de mayo hasta el 15 de junio y, el segundo, desde el 15 de septiembre hasta el 31 de octubre.

Pascual Hernández ha reiterado, en este sentido, la importancia de la concienciación de toda la sociedad ante el grave problema del marisqueo ilegal, tanto para la sostenibilidad ambiental del caladero y de la propia actividad económica como para la salud pública. Un punto en el que ha añadido que la intensidad de los controles y la vigilancia por parte de los efectivos de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía “no bajará ni un ápice” hasta poner fin a una venta ilegal que pone en cuestión la rentabilidad, presente y futura, de un sector como el del pulpo, del que dependen, en el caladero del Golfo de Cádiz, 277 embarcaciones.

Cierre del caladero de la chirla

Entre el resto del pescado y marisco aprehendido en los primeros cinco meses del presente ejercicio destacan especies como la almeja japonesa (1.802 kilogramos) o la merluza (1.737 kilogramos). Menor es, en este caso, la cantidad incautada de un bivalvo de alto interés comercial como la chirla (149 kilogramos), un capítulo en el que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, ante un incumplimiento sistemático de la normativa que comprometía la supervivencia del recurso, decretó en diciembre el cierre del caladero hasta el 30 de junio.

A principios de mayo la población de chirla del Golfo de Cádiz se encontraba ya al 60 por ciento de la biomasa necesaria para alcanzar el rendimiento máximo sostenible y, aunque aún es escasa la cantidad de ejemplares de más de 25 milímetros, se ha constatado la presencia de numerosos ejemplares de 22, 23 y 24 milímetros. Éstos, con toda probabilidad, formarán parte de la población apta para su captura y comercialización una vez que haya finalizado la veda, aunque aún podrían transcurrir entre 12 y 18 meses para acumular el 40 por ciento que resta para que se alcance el índice óptimo de sostenibilidad.

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