10 consejos clave para reducir el consumo energético y el gasto en los hogares

Con motivo del día Mundial del Ahorro de Energía (21 de octubre)

Si la lavadora cuenta con un sistema de dosificación automática de detergente y suavizante, es necesario utilizarlo.

Los electrodomésticos representan más del 50% del consumo eléctrico de los hogares. Con motivo del Día Mundial del Ahorro de Energía (21 de octubre), BSH, Electrodomésticos, fabricante de marcas como Bosch, Balay o Siemens, lanza una serie de recomendaciones prácticas para que los usuarios puedan reducir su consumo en el hogar. Se trata de pequeñas acciones individuales que promueven un estilo de vida más sostenible a través del uso adecuado de estos aparatos.

Tal y como explica María Asunción San Cirilo, responsable de Medioambiente de BSH España: “Para enfrentar de manera efectiva la situación de emergencia climática que atravesamos, es fundamental hacerlo de manera colaborativa y consciente. No basta con que invirtamos en innovación y tecnología para desarrollar productos inteligentes y altamente eficientes, sino que también acompañemos a los consumidores, a lo largo del ciclo de vida del producto, con recomendaciones claras sobre su uso. Solo así podrán aprovechar al máximo el potencial de estos dispositivos, optimizando el consumo energético y contribuyendo significativamente al ahorro en sus hogares. Para ello, es necesario empezar desmitificando algunas creencias que, aunque parecen irrelevantes, están totalmente arraigadas en nuestra sociedad y tienen un impacto en nuestro gasto energético y factura”.

  • Utilizar los programas Eco aunque duren más

 Optar siempre por los programas Eco en la lavadora y lavavajillas. Aunque estos ciclos suelen durar más, permiten ahorrar energía y agua sin comprometer la calidad del lavado. Al lavar a temperaturas más bajas, estos programas permiten un significativo ahorro de energía y utilizan la mínima cantidad de agua posible. Ambas cosas ayudan a reducir las facturas de electricidad y agua a lo largo del tiempo. Además, en las lavadoras, las temperaturas más bajas también ayudan a aumentar la durabilidad de la ropa.

  • Aprovechar la dosificación automática de detergente

Si la lavadora cuenta con un sistema de dosificación automática de detergente y suavizante, es necesario utilizarlo. Este tipo de tecnología ajusta la cantidad exacta de productos químicos necesarios, lo que puede reducir hasta un 38% el consumo de detergente y ahorrar hasta 10 litros de agua por ciclo de lavado. Además, usar demasiado detergente puede dejar residuos en la ropa y, a su vez, causarnos irritaciones en la piel. Además, la acumulación de residuos también puede perjudicar al electrodoméstico, produciendo desde malos olores, hasta obstrucciones e incluso daños que podrían ser costosos de solventar.

  • Fregar a mano o usar el lavavajillas

Evita lavar los platos a mano si hay un lavavajillas. Aunque mucha gente no lo sabe, utilizar el lavavajillas consume menos agua y energía. De hecho, fregando a mano toda la vajilla, se pueden gastar hasta 40 litros y, utilizando el lavavajillas, solo se gastan alrededor de 9 litros por ciclo. Cada minuto que el grifo está abierto se desperdician de 5 a 10 litros de agua. Por esta razón, también es recomendable no aclarar los platos antes de introducirlos en el aparato, ya que el lavado será igual de eficiente. Además, si el objetivo es ahorrar agua, hay que esperar siempre a tener el lavavajillas lleno antes de ponerlo en marcha.

  • Guardar los alimentos de manera adecuada evita el desperdicio alimentario y reduce las emisiones

Según el Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos de 2024 de Naciones Unidas, entre el 8 y 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están relacionadas con alimentos que no se consumen. Si esto preocupa al consumidor, es posible evitar el desperdicio de alimentos organizando correctamente la nevera. Hoy en día los frigoríficos disponen de zonas con diferente temperatura y grado de humedad, para mejorar la conservación de los diferentes tipos de alimentos. Al almacenar los productos de manera óptima, se prolonga su vida útil y se minimiza el desperdicio alimentario, reduciendo también las emisiones de CO₂ asociadas.

  • No introducir alimentos calientes en la nevera, y planificar bien

Dejar que los alimentos se enfríen a temperatura ambiente antes de guardarlos en el frigorífico. En caso contrario el electrodoméstico deberá trabajar más para enfriarlos, lo que incrementa el consumo energético. Además, antes de abrir el frigorífico, hay que asegurarse de saber qué sacar para no obligar al aparato a gastar más energía para mantener la temperatura interior.

  • Utiliza la secadora de forma sostenible

Secar la ropa al aire libre o en un tendedero interior es, sin duda, la opción más eficiente. Sin embargo, cuando las condiciones no lo permiten, la secadora puede ser una gran aliada. Para utilizarla de forma sostenible, es importante asegurarse de que siempre esté a máxima capacidad y seleccionar el modo Eco, lo que reducirá significativamente el consumo de energía. De este modo, se aprovechará al máximo su uso sin comprometer el ahorro energético.

  • Evita abrir el horno innecesariamente

Cada vez que se abre el horno durante el cocinado se pierde calor y el aparato se ve obligado a consumir más energía para volver a alcanzar la temperatura marcada. Por ello, es importante planificar bien la receta y procurar utilizar la luz interna del horno para identificar cómo se está horneando la comida sin necesidad de abrirlo. A este respecto, la reciente integración de cámaras e Inteligencia Artificial en algunos hornos es crucial para garantizar una mayor eficiencia gracias a las ventajas que aportan estas tecnologías.

  • Cocina en la placa utilizando la tapa de los recipientes

Cuando cocines con tu placa y siempre que sea posible, trata de utilizar la tapa de la olla o del recipiente. Esto te permitirá obtener los mismos resultados bajando la potencia y reduciendo el consumo de energía en un 20%.

  • Sustituir electrodomésticos antiguos y hacer una buena elección de los nuevos

Si los electrodomésticos son muy antiguos y poco eficientes, y nos planteamos renovarlos, mejor considerar modelos con la mejor calificación energética. Los electrodomésticos modernos no solo consumen menos electricidad, sino que también suelen ser más efectivos y duraderos. Aunque en primera instancia puedan tener un coste más elevado, a largo plazo estos aparatos altamente eficientes pueden ayudar a ahorrar dinero en las facturas de tu hogar.

  • Preocuparse por el reciclaje de los electrodomésticos

Es importante asegurarse de que los electrodomésticos, al final de su vida útil, se reciclan de manera responsable. Muchos de los materiales que contienen, como el acero, el vidrio y los plásticos, pueden ser reutilizados en la fabricación de nuevos productos, contribuyendo a la economía circular y reduciendo la necesidad de extraer materias primas. Para garantizar un reciclaje adecuado, es importante consultar los puntos limpios o centros de reciclaje autorizados.

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