La Federación Onubense de Empresarios (FOE) va viendo resultados en su permanente lucha por la competencia desleal practicada desde diferentes esferas y que viene afectando, aún en mayor medida en tiempos de crisis, a un sinfín de sectores empresariales, aunque se insiste en seguir actuando ante la economía sumergida y colaborativa, como conjuntamente se viene solicitando con la Asociación de Mujeres Empresarias (AME).
Esta valoración viene a coincidir con la aprobación, por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, del decreto que regula las viviendas con fines turísticos y que supondrán el alivio para un sector que ha venido trabajado en lograr ese objetivo, a tenor de las graves consecuencias que la situación estaba provocando en los establecimientos reglados por ley.
La economía sumergida viene siendo el caballo de batalla de la FOE en el último año, dados los efectos perjudiciales que esa práctica viene teniendo en pymes y autónomos, que se enfrentan a una competencia fuera de la legislación vigente, con lo cual, según la FOE, sus protagonistas juegan con total ventaja, en tanto que aquellos, los «legales», tienen que atender puntual y religiosamente obligaciones de carácter fiscal o laboral, que hacen más costosa su actividad.
De esta situación descrita sabe muy bien el sector turístico, que según la federación de empresarios, ha tenido que convivir con quienes con «total impunidad» ofrecían viviendas en alquiler a particulares sin ninguna regulación al respecto. La reivindicación de la FOE va destinada, por tanto, a la mejora del sector turístico en general y de los establecimientos hoteleros en particular.
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